No es un misterio la historia nacional e internacional de Cobreloa, los loínos siempre han tenido un buen rendimiento en la cancha y fuera de ella, sin embargo, actualmente el club naranja se encuentra jugando en Primera B, lo que ha significado el primer y único descenso del elenco calameño.
La historia nos remonta al año 2015, cuando los Zorros del Desierto vivieron su época más negra a nivel futbolística y el futuro de los naranjas se debía definir en las últimas fechas, en esos momentos, Ñublense decidió tejer una red de mafia en contra del elenco nortino.
El bullado caso de las operaciones financieras ilegales en paraísos fiscales de Sergio Jadue cuando estuvo al mando de la ANFP era conocido por algunos miembros del directorio, entre ellos, Alex Kiblisky, quien fue tesorero del órgano rector del fútbol chileno y dirigente de Ñublense.
El cuadro de Chillán, presentó un reclamo formal acusando al ayudante técnico de ese momento, Alejandro Hisis, de infringir el reglamento de la ANGP, al sentarse en la banca de dos clubes durante el mismo torneo (Ñublense y Cobreloa).
El Tribunal de Disciplina falló en contra de Cobreloa por 2-3, perdiendo 4 puntos, lo que significó el descenso del cuadro calameño. La particularidad de la norma, es que esta debía entrar en vigencia al año siguiente pero de igual forma fue aplicada inexplicablemente en contra de los loínos.
Sebastián Vivaldi, dirigente de Cobreloa, declaró en ese momento que “todo esto es influido por Ezequiel Segall (presidente del Tribunal de Disciplina) que intercedió para que en la Segunda Sala votaran contra nosotros. Él es íntimo amigo de los hermanos Kiblisky (Patricio, presidente de Ñublense y Alex, director de la ANFP) por lo que obviamente los ayudó” agregando que “contra un director de la ANFP no puedes hacer nada. No criticó a Sergio Jadue, pero obvio que un director no va a querer que su equipo baje. Pierden toda la plata del CDF”.
