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Jueves 25 de Abril del 2024 12:11

María Olivia Mönckeberg: Admirada por los jóvenes

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Alejandra Pozo C.
Alejandra Pozo C.
Abogada antofagastina, Licenciadada en Cs. Jurídicas por la U. de Antofagasta, Magister en Derecho de los Negocios por la U. Adolfo Ibáñez, Diplomada en Control de Gestión Gerencial por la U. de Chile. Se ha desempeñado en el ámbito privado (asesorando a Pymes y en Negocios en Antofagasta, Chile) y en el Gobierno de Chile, su último cargo fue SEREMI de Justicia en Antofagasta destacando por el impulso a la creación de Tribunales en Mejillones, Notarías en Sierra Gorda, Mejillones y San Pedro, gestión en DDHH, organizaciones civiles y gremiales. Ha ejercido la Docencia Universitaria en las áreas de Economía, Minería, Medioambiente y Técnicas de Negociación. Actriz de teatro.
uchile.cl
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María Olivia Mönckeberg Pardo,  es una periodista de larga trayectoria y  amplio reconocimiento nacional e internacional. Estuvo presente el sábado 7 de mayo en la Feria Internacional del Libro Zicosur, en  Antofagasta, donde frente a una multitudinaria  audiencia comentó su última obra “La máquina para defraudar” que desgrana  las relaciones entre la política y los negocios en el Chile de las dos últimas décadas, centrándose en casos como Penta, Soquimich, Caval y Corpesca.

En su exposición manifestó tener la esperanza puesta en los fiscales, quienes pueden investigar el cometimiento de delitos. De hecho, destacó que el título del libro lo construyó de una frase acuñada por el fiscal Carlos Gajardo, quien, en audiencia de formalización por el Caso Penta señaló  “Lo que ha habido acá, su señoría, es una cultura de la evasión en este grupo económico que desde el más alto ejecutivo, desde su controlador, hasta el último junior. Todos daban boletas falsas. Lo que se ha constituido en el grupo Penta es una máquina para defraudar al Fisco”

María Olivia ha recibido diversos reconocimientos: Premio Internacional de Periodismo Louis Lyon, otorgado por la Nieman Foundation de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, en 1984; Premio Nacional de Periodismo, año 2009; Premio N’aitún 2013, entregado anualmente por la Corporación Cultural Artistas Pro Ecología.

También ha sido nominada en dos ocasiones al Premio Altazor: En 2006 por el libro “La privatización de las universidades” y en 2011 por “Karadima: El señor de los infiernos”.

Sin embargo, a juicio de quien escribe, el mayor reconocimiento lo recibe de sus jóvenes lectores.

En efecto, luego de realizado el comentario en la FILZIC, la autora se instaló en el stand de la Editorial del libro para firmar autógrafos.  Libros como “El saqueo de los grupos económicos al Estado de Chile”, “El negocio de las universidades en Chile” o  “Con fines de lucro” colgaban de las manos de sus admiradores y por cada uno de ellos recibía nerviosos y tímidos elogios juveniles, tales como “la admiro”, “¿de dónde saca tanta valentía?”, “compré este libro el 2001…mire, tiene las hojas amarillas, pero es mi tesoro”, “es tan necesario su periodismo investigativo”, “gracias por revelar tanta corrupción”, etc.  

Ante tanto halago, María Olivia sólo mira, escucha y sonríe. Si le hacen preguntas  sobre materias que no ha investigado, responde con gentileza que no puede opinar, pues es rigurosa en emitir opinión informada.

Sus investigaciones se han concentrado en el modelo económico chileno, por eso, la periodista manifiesta especial interés por la Constitución:

“Yo creo que esta Constitución está hecha al servicio del modelo económico, desde la concepción ideológica diseñada por Jaime Guzmán, en concordancia con todos los conceptos económicos e impregnado de los criterios de los  economistas de Chicago… La Constitución tiene en su esencia un problema –no sólo el problema histórico de cómo se gestó- , sino también porque amarra el esqueleto y el entramado constitucional a un modelo económico determinado. ¿En qué se traduce esto? – Explica- En el rol del Estado. Vemos que el Estado se ha debilitado en consonancia  con la Constitución donde se consagra el rol del Estado subsidiario, quitándole atribuciones al Estado. Ya con eso, tú tienes un diseño constitucional…”, manifiesta.

Efectivamente, un tema del debate constitucional, además del rol del Estado, será el derecho de propiedad, señala.  

“A eso iba, el derecho de propiedad pasa a ser más importante que cualquiera de los demás derechos. Eso es determinante y a su vez se traduce en las Leyes Orgánicas Constitucionales y en los Códigos que han actuado en consonancia, por ejemplo, la legislación minera… por eso, pienso, que el tema es fregado”, e intensamente reafirma. “debe hacerse, de verdad, una nueva constitución que tiene que dejar todo eso atrás”.

Le comento que como resultado de sus investigaciones, ha impactado a los jóvenes quienes, incluso, se basaron en su  investigación para justificar las movilizaciones.

Asiente  sin ocultar su satisfacción  y dice “el libro “El Negocio de las Universidades” que salió el 2007 y lo re editaron el 2011… precisamente existió algo curioso”, recuerda.

A mí los medios convencionales me han censurado, me han silenciado, y sin embargo, ha dado lo mismo, porque estos libros han circulado tanto en espacios abiertos, como en esta Feria, pero muy fuerte en universidades, entre académicos, entre estudiantes y entre sus dirigentes.

Pasa a relatar un hecho que considera simboliza el impacto de su libro: “el 2011 estando Camila Vallejo presidiendo la FECH y Francisco Figueroa como Vicepresidente, estaba de Ministro de Educación Joaquín Lavín, llegaron (los estudiantes) con este libro y le dicen “Usted conoce este libro, Ministro”. Sí, sí, dice él y le pide a un ayudante quien lo corre (el libro) y lo saca de la mesa. Así, los chiquillos lo tenían casi como símbolo.”

Producto de estas movilizaciones, ¿qué pasa con quienes estaban aliados con el modelo económico y el poder, por ejemplo, Hernán Büchi?, pregunto.

“Lo de Hernán Büchi lo encuentro genial, es una anécdota brutal”, responde. Explica que él  “encabezó las privatizaciones  de cuanta cantidad de empresas pilló, después  fue fundador del Instituto Libertad y Desarrollo, fue miembro del Directorio de Soquimich  todo este tiempo hasta la junta de accionistas de la semana pasada, en abril,  y ahora no le gusta este país porque hay incertezas, porque precisamente se le mueve el piso…”

¿Qué siente Usted con el impacto que causa en los jóvenes?

“Ojalá que los jóvenes leyeran más y me gusta mucho, yo comparto con ellos en la Universidad y a lo largo del país, donde me han invitado…es súper emocionante poder compartir  con ellos y que estén interesados.”

Y sobre el Proceso Constituyente, ¿envía un mensaje a sus jóvenes seguidores?
“Es importante que los jóvenes participen en el Proceso Constituyente, una participación informada, entendiendo los problemas y trabas que tiene esta Constitución. Hay que cambiarla, para eso se requiere la voluntad de la gente y en particular la voluntad de los jóvenes”.

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