Las tragedias siguen golpeando a Tocopilla, ciudad costera del norte del país que abastece de energía a la minería y que el 2007 se viera afectada por un terremoto, luego durante el presente año por un aluvión que acabó con la vida de cinco personas y ahora podría desatarse una posible emergencia química.
Ello, debido a que luego del temporal se produjo un grave desplazamiento de toneladas de ceniza residual de las operaciones de E-CL y Norgener, termoeléctricas emplazadas en el puerto salitrero, según denunció la diputada Marcela Hernando (PRSD), quien visitó en terreno la zona afectada junto a la Asociación Gremial de Buzos Mariscadores de la ciudad.
La parlamentaria por la Región de Antofagasta hizo uso de su facultad fiscalizadora, oficiando a la Superintendencia de Medio Ambiente para determinar responsabilidades y efectos del evento sobre el fondo marino y la fauna del sector.
Cenizas
El peligroso suceso ambiental se originó luego de que la lluvia caída tras el sistema frontal que afectó hace unos días a Tocopilla bajara por las quebradas hasta el sector de Punta Paragua, ubicado en el límite urbano norte de la ciudad y colindante con las Población Tres Marías Y Pacífico Norte.
Es en esa zona que a pocos metros del borde costero las empresas Norgener y E-CL mantienen tortas de ceniza acumulada por años como residuo de sus operaciones, siendo acopiadas al aire libre y sin ningún tipo de hermeticidad ni sistema de almacenamiento.
Contaminación
“Partió siendo un cenizal cuando el combustible era vulgar carbón pero han pasado muchos años y a mí me gustaría saber si allí hay cenizas de Pet Coke o si hay algunos materiales que pudieran llegar a ser bastante peligrosos”, advirtió Hernando, quien como miembro titular de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados solicitó a la Superintendencia de Medio Ambiente una caracterización de las cenizas depositadas, así como el porcentaje de sustancias peligrosas que pudieran hallarse, tales como Cesio y Vanadio, que pueden ser bastante dañinos para la salud humana y el ecosistema marino.
Impacto
“Este tema de los cenizales lleva bastante tiempo. Aproximadamente dos años que hemos estado trabajando y hemos estado indicando que en algún momento esto podría suceder”, lamentó Manuel Adaos, presidente de la Asociación Gremial de Buzos Mariscadores de Tocopilla, quien espera una pronta intervención de la autoridad medioambiental, debido a que los buzos temen ingresar a las aguas, considerando la evidente contaminación y mortalidad de una serie de especies.
Traslado
En su oficio parlamentario la diputada Hernando explicó que la empresa E-CL presentó un proyecto de salida en agosto 2013, comprometiendo su traslado al sector de Barriles -ubicado a 16 kilómetros de Tocopilla- en un lapso de 10 meses luego obtener la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), la que finalmente fue aprobada el 30 de julio de 2014, por lo que el plazo venció en mayo de 2015.
E-CL descarta escurrimiento de cenizas
Por su parte, la empresa E-CL se refirió a la denuncia de los pescadores y la Diputada Hernando, y descartó que las cenizas de la central termoelectrica hayan llegado al mar.
Mediante una declaración de prensa, la empresa afirma que realizó inspecciones en el lugar “no detectando evidencias de escurrimientos de cenizas al mar como tampoco fuera de las áreas de disposición. Un solo sector del depósito de cenizas de Punta Paragua fue afectado por las lluvias, pero el escurrimiento quedó confinado dentro del mismo depósito“.
Asimismo, agregaron que una imagen capturada desde el sector inferior del depósito de cenizas de E-CL, “reafirma que los taludes del depósito más cercanos al borde costero no presentan daños debido a escurrimiento de aguas lluvia, por lo que descartamos que tales cenizas hayan llegado al mar“.
“E-CL es una empresa altamente comprometida con el cuidado del medio Ambiente y cuenta con estrictos estándares de cumplimiento en esta materia“, concluyeron.
En tanto, Norgener, la otra empresa que mantiene estos acopios de cenizas, no ha entregado una versión respecto a esta denuncia.
