Quien fuera dirigente estudiantil de la Universidad de Chile sede Antofagasta en los meses previos al golpe militar, se emociona recordando aquellos años y también se refirió al momento actual del movimiento estudiantil, comparando la universidad de esos años con el modelo actual.
Invitado por la FEUA para participar en una serie de actividades, donde se incluyó la reconstitución del memorial que recuerda a los estudiantes, académicos y funcionarios de las Ues antofagastinas muertos o desaparecidos durante la dictadura, el ex dirigente estudiantil de la Universidad de Chile, sede Antofagasta (1972-1973), Jorge “Negro” Madrid, no pudo evitar emocionarse al recordar esos dolorosos años, y tampoco evito referirse al actual Movimiento Estudiantil que tiene en jaque a las autoridades.
¿Qué es lo que más recuerda de labor como dirigente estudiantil?
La gran participación de los jóvenes, la actividad cultural, el alto grado de compromiso y de actividades muy tradicionales, como el paseo a Hornitos, y las míticas fiestas mechonas. Pero por sobre todo la gran convivencia interna que había entre profesores, estudiantes y funcionarios. Éramos una comunidad. Teníamos una mística muy fuerte, muy rica. Estábamos las 24 hrs. del día aprendiendo, más que en la salas, conversando con los profesores, con los auxiliares y con los técnicos.
Respecto a la problemática estudiantil actual ¿cómo ve el panorama respecto a lo que ocurría en sus años como dirigente?
El concepto del lucro no existía en la universidad, el Estado era el encargado de financiarla. No pagábamos nada, habían muchas más posibilidades de cambiarse de carrera para estudiar lo que uno quería, no habían limitantes, los que lograban socialmente llegar a la universidad tenían todas las posibilidades.
En ese sentido ¿usted tiene postura activa frente a las movilizaciones de hoy?
En mi condición de profesor, siento que hoy es un aberración lo que se ha hecho con la educación, va a costar mucho reconstruirla, es muy grande el deterioro. Han mercantilizado todo el sistema. Los estudiantes viven preocupados de como subsistir, más que dedicarse a estudiar.
Hoy se habla de universidades, pero en Chile hay muy pocas, entendidas en el sentido clásico. Una universidad debe investigar para el bien público, hacer extensión difundiendo el arte, la cultura y la investigación. La actividad académica debe ser el resultado de las investigaciones y de la extensión. Hoy las llamadas universidades, en general no son más que productoras de pre grado.
¿Qué costos personales le trajo su participación política durante el periodo 1972-1973?
Cuando uno es joven no visualiza los resultados de sus acciones, no asume costos posteriores. Sufrí en carne propia los apremios de la dictadura, vi jóvenes iguales a mí desaparecer para siempre. Pero en ningún caso estoy arrepentido, al contrario siento que fui parte de la historia de este país como miles de otros ciudadanos. Me siento protagonista, responsable de lo bueno y de lo malo de esa época. Pero prevalece el momento histórico, en el que nos tocó ser los actores principales.
Me siento orgulloso de haber pertenecido a esa generación.
¿Invitaría a los jóvenes a involucrase en política o en movimientos sociales, a partir de su experiencia?
Los jóvenes tienen que hacerse responsables de su propia historia, poniendo al centro al Ser Humano, y sacar el dinero, el lucro, el negocio, porque son esos elementos los que han infectado nuestra sociedad. Hoy vemos como los jóvenes se rebelan contra estas situaciones sin muchas ideas políticas, ni ideología, sino porque sienten que están en un mundo que no los hace feliz.
