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Viernes 29 de Marzo del 2024 04:38

El terremoto magnitud 8.8 y posterior tsunami que arrasó con Antofagasta, Mejillones y Tocopilla

El 9 de mayo de 1877 quedó grabado en la historia como la fecha del terremoto y maremoto más destructivo que se recuerde en la región. El sismo de magnitud 8.8 con epicentro al sur de Iquique, luego fue sucedido por un tsunami que alcanzó los 21 metros.

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Tocopilla en 1879

Eran las 8 y 30 minutos de la noche del 9 de mayo de 1877, cuando una oscilación terrestre se transformó luego en un fuerte temblor que  rápidamente, fue aumentando en intensidad hasta adquirir la magnitud de un terremoto.

Los edificios, en ese entonces construidos casi todos de material ligero, crujían con gran ruido y parecían agitarse como débiles maderos, pues la tierra oscilaba fuertemente, dificultando el andar y aun el poderse mantener en pie. Era el terremoto más destructivo del que se tenga registro en la región y que fue recordado como “la noche triste“.

La gente se lanzaba a la calle, presa de gran espanto, mientras la campana del Cuerpo de Bomberos daba la alarma por dos o tres amagos de incendios producidos casi simultáneamente por algunas lámparas a parafina, volcadas por los fuertes remezones. “La tierra parecía un mar embravecido“, decía un periódico de aquella época. “Levantaba oleadas de polvo y crujía con tanta fuerza, que era difícil percibir los gritos de los desesperados habitantes“. “Las casas se mecían cual débiles barquillas y todos los vecinos, despavoridos, salían a la calle clamando socorro”.

El primer temblor duraría entre 4 y 5 minutos; pero la tierra continuó oscilando. A cada momento se sentían nuevos movimientos. Y cuando parecía que la naturaleza al fin iba a dar tregua a esos momentos de angustia, se dejó oír por todas partes: “el mar se sale, el mar se sale”. Media hora después, se sintió un ruido formidable, producido por el mar embravecido que, impetuoso, se precipitó sobre la población. Por suerte, en esos momentos casi todos los pobladores estaban ya en los cerros, y los pocos que quedaban en el plano, de pie o a caballo, se encontraban a larga distancia y en atenta observación de lo que estaba ocurriendo.

Antofagasta entero pudo haber desaparecido en esa noche, pero el Cerro Moreno fue una valla natural poderosa que contuvo la furia del mar, haciendo disminuir en parte sus desastrosos efectos, aunque el agua llegó hasta el centro de la Plaza Colón, donde quedaron varadas algunas embarcaciones. Los temblores siguieron repitiéndose durante la noche, aunque con menos intensidad; y la gente, temerosa que se produjera una nueva salida de mar, tuvo que resignarse a pernoctar en los cerros, privada de todo recurso.

Aún peor fue la catástrofe en Mejillones.  Como en ese entonces este puerto carecía de líneas telegráficas, solo a las diez de la mañana del día siguiente, llegó a Antofagasta un “propio” de ese puerto, don José Antonio Tirapegui, y comunicó la noticia que ese pueblo casi había desaparecido; que había muchas víctimas y que todos los habitantes carecían de agua, de alimentos y abrigo, habiéndose destruido hasta las máquinas condensadoras de agua. Inmediatamente las autoridades, de acuerdo con los comerciantes mayoristas, recolectaron víveres y todo lo necesario para socorrer a ese pueblo.

En Tocopilla, la zona más cercana al epicentro, los daños fueron inmensos. En las poblaciones mineras de Punta Blanca y Gatico, entre Tocopilla y Cobija, fueron más de 200 los muertos a causa de los derrumbes de los cerros. En Pabellón de Pica desapareció casi toda la población y el mar arrojó a la playa 24 buques que estaban cargando guano. Como resultado hubo 147 muertos, entre ahogados y aplastados por los derrumbes. El Establecimiento de beneficio de metales de Chacance, cerca de Calama, quedó casi en ruinas. Para el sur, los efectos del terremoto se dejaron sentir hasta Coquimbo. En Chañaral, grandes marejadas inundaron por completo los mejores edificios; también hubo un gran incendio que destruyó casi una manzana. En Taltal salió el mar y se ahogaron algunas personas, mientras que un gran incendio destruyó una manzana de edificios.

El terremoto de 1877 en cifras

Epicentro del terremoto: latitud 21,0° S; longitud 70,3° W
Magnitud estimada: 8,8 Richter
Largo estimado de la dislocación: 420 kilómetros
Variación máxima del nivel del mar: 21 metros en Mejillones

El epicentro del terremoto de 1877
El epicentro del terremoto de 1877

Las mayores intensidades se registraron entre Iquique y Antofagasta, siendo Tocopilla totalmente destruida. En esta ciudad y en Cobija, el tsunami comenzó 5 minutos después del terremoto con un lento ascenso del nivel del mar que alcanzó entre 10 y 15 metros sobre el nivel del mar. Una segunda onda de tsunami ocurrió 15 minutos más tarde. En Mejillones se informa que esta segunda onda alcanzó una altura de 21 metros. En Iquique el primer ascenso del nivel del mar ocurrió 20 a 30 minutos después del terremoto de manera tranquila.

Un segundo ascenso del nivel del mar ,más intenso que el primero, ocurrió a las 21:00 horas. Posteriormente, hasta las 01:00 horas, se registraron otros 3 a 5 ascensos del nivel del mar, siendo el último de ellos el más severo. Este tsunami causó daños en Iquique, caleta Pabellón de Pica, Chanabaya, Punta Lobos, Huanillos, Tocopilla, Cobija, Mejillones y Antofagasta. Fue registrado a lo largo de toda la costa weste de Sudamérica, Hawai, San Francisco (Estados Unidos), Acapulco (México), Fiji, Samoa, Nueva Zelanda, Australia y Japón.

Fuente: Shoa
 Con información de Caminantes Del Desierto

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