El Festival de Antofagasta fue una fiesta impecable donde la vara alta la dejaron los artistas locales y nacionales. Todo estaba dispuesto para que el cierre, tras el emocionante reencuentro de Illapu con la ciudad y el show pirotécnico por el aniversario 139 de la comuna, estuviera a cargo del reggaetonero Wisin.

Un show que se vislumbró desde un comienzo como uno de los momentos más esperados del festival, debido a la inmensa popularidad del astro del reggaetón.

Sin embargo, la participación del puertorriqueño se vio empañada desde un comienzo por ser el único de los artistas en cuyo contrato se se prohibía expresamente la transmisión de la presentación por los medios de comunicación y streaming, lo que obligó a los medios presentes a detener las transmisiones.

Ese fue la primera señal de alarma de una actitud déspota y prepotente del equipo del reggaetonero que iría en aumento a lo largo del evento afectando al público, a la propia organización, los medios de comunicación e incluso a los conductores del festival.

Lo anterior porque el desborde de fanáticos deseosos de ver al artista que ingresaron sin autorización al Estadio que se encontraba repleto, hizo que el personal de seguridad de Wisin exigiera a la organización medidas de seguridad adicionales, retrasándose su ingreso al escenario por más de 30 minutos.

Una situación que generó la natural impaciencia del público, dado que incluso existió la posibilidad de que se cancelara la presentación, hecho que no ocurrió gracias a la disciplina de los propios asistentes, que obedientemente guardaron silencio y compostura para que finalmente Wisin saliera al escenario.

Lo peor todavía estaba por venir. Mientras el público bailaba con la contundente presentación en el plano musical y quienes no llegaron a la hora al festival intentaban acceder de cualquier forma al recinto deportivo, incluso saltando rejas, detrás de cámaras se produjo una situación de violencia protagonizada por el equipo del artista, que literalmente se adueñó del lugar cortando las transmisiones, incluso al equipo de lengua de señas, así como también se agredió verbalmente a los conductores del festival, Francisco Saavedra y María Ester Martínez.

Fue precisamente Saavedra quien mediante su cuenta de twitter denunció la situación.

“Estoy en Antofagasta. Solo contarles que la gente que trabaja con @WisinOficial es tremendamente violenta, nos agredieron verbalmente a mi y a la comunicadora María Ester Martínez”, escribió en su cuenta de Twitter.

El conductor del Festival indicó que “es necesario denunciar la agresividad no solo contra los animadores, sino que contra todos. Cortaron incluso al equipo de lengua de señas”.

“Me subí al escenario contra mi voluntad simplemente por respeto al público que viene a disfrutar de este show. Impresentable como endiosan a los artistas y pienso que @WisinOficial debe enterarse que su equipo maltrató verbalmente a los animadores del Festival de Antofagasta”, indicó.

En las redes sociales los comentarios no se hicieron esperar, existiendo vehementes llamados a que en próximas ediciones del festival no se considere a artistas cuyos equipos y parte de sus seguidores no están a la altura en materia de comportamiento.