Hace exactamente una década, millones de chilenos vivieron una jornada que quedó grabada para siempre. En el Estadio Nacional, ante más de 48 mil personas y frente a una potencia como Argentina, Chile logró lo que por años fue solo un sueño: ganar la Copa América.
El penal de Alexis Sánchez, la atajada de Claudio Bravo, el liderazgo de Vidal y Medel, la garra de Beausejour y Jara, la táctica de Sampaoli… cada detalle quedó en la memoria colectiva.
La Generación Dorada: más que fútbol
El título fue más que un triunfo deportivo: fue una reivindicación para generaciones de futbolistas y fanáticos. Por primera vez, Chile dejó de ser “la eterna promesa” para transformarse en campeón. Ese equipo, bautizado como “La Generación Dorada”, no solo conquistó América, sino que también el respeto del mundo.
En las calles de Antofagasta, como en todo el país, hubo caravanas, banderas flameando y abrazos entre desconocidos. La gente gritó, lloró, cantó. Ese 4 de julio cambió para siempre nuestra forma de mirar el fútbol, con una confianza que se extendería al bicampeonato de 2016.
A 10 años: ¿qué queda?
Diez años después, el legado permanece. Muchos de sus protagonistas aún compiten en alto nivel; otros dejaron huella eterna. Pero la memoria de aquel penal picado por Alexis y el grito de “¡Chile campeón!” sigue latiendo fuerte en el corazón de todo un país.
Campaña espectacular como anfitrión:
- Comenzó con un 2‑0 sobre Ecuador, goles de Vidal y Vargas. En fase de grupos sumó un vibrante empate 3‑3 contra México y goleada 5‑0 a Bolivia, cerrando como líder del Grupo A .
- En cuartos, superó al campeón Uruguay 1‑0 gracias a Mauricio Isla, un gol agónico .
- En semifinales, Chile eliminó a Perú 2‑1 con un doblete de Eduardo Vargas, elegido “Jugador del Partido” .
Final épica ante Argentina:
Durante 120 minutos de pura tensión, el marcador no se movió. En los penales, Chile fue impecable: Matías Fernández, Vidal, Aránguiz y Alexis Sánchez (panenka final) convirtieron; mientras que Claudio Bravo atajó un penal clave a Banega para el triunfo 4‑1 .
Este título rompió una sequía de 99 años y disparó la llamada “generación dorada”. La selección salió del estadio con orgullo nacional recuperado; un triunfo que sigue inspirando.