
Tomaron 5 aviones y durmieron en diversos aeropuertos antes de llegar a su destino al norte de África. Pero eso no importó para convertirse en los únicos representantes chilenos que tuvo la competencia, cuyo inicio fue en Boumalne Dades y su finalización en Maadid, en el desierto marroquí.
Titanes del Sahara
“Una de las hazañas más grande que nos ha tocado vivir con mi hermano y una de las mejores experiencias de mi vida”, reconoce a través del hilo telefónico el piloto calameño Alejandro Olivares, quien en compañía de Juan Pablo, lograron el “I´M Finisher” al cruzar la meta arriba de sus bicicletas.
“Estamos llevando este título de titanes del Sahara para Chile y en especial para Calama. Estamos felices y emocionados por la llegada. Estando enfermo (tuvo amigdalitis y fiebre durante las últimas etapas), creí que no lo iba a lograr pero pensé en mi familia, en la gente del norte, en mis compañeros de trabajo y en todo el mundo, y eso me ayudó para terminar la carrera y cumplir llegar a la meta”, agrega el competidor loíno.
Dificultades
No todo fue fácil para ello, pues, la penúltima etapa fue sólo de navegación y la ruta no estaba marcada, llevándolos a perderse en las dunas del desierto del Sahara. “Pasamos un susto terrible. En medio de la nada nos desviamos 5 kilómetros y no veíamos a ningún otro participante para preguntarle si íbamos bien en la ruta. Tuvimos que devolvernos y llegar a un punto de control que si no lo hacíamos nos descalificaban. Se nos acababa la hidratación y estábamos cansados, pero aún así alcanzamos el objetivo”, narra Alejandro.
“Estas carreras son muy psicológicas, pero los chilenos nos caracterizamos por caernos y volvernos a levantar con terremotos, tsunamis o incendios forestales. Esto es una antítesis de la vida misma, o sea, siempre estamos afrontando problemas en la familia o el trabajo y acá es lo mismo. Codearnos con los mejores en esta disciplina fue una enseñanza enorme”, añade el menor de los hermanos que comenzaron hace un año a planificar el viaje a Marruecos.
¿Vuelven el 2019?
Sobre la posibilidad de repetir el próximo año la experiencia, Alejandro Olivares reconoce que “acá la acogida fue muy buena y estamos con la idea de volver. Igualmente animo a las los ciclistas a que salgan del país. En Calama hay muchas personas que están practicando el Mountain Bike, por lo mismo los invito a que se atrevan, se planifiquen bien y lo hagan. Nuestra experiencia sirve y también estamos dispuestos a darles algunos consejos a quienes se atrevan”.
Finalmente envió un mensaje a los jóvenes deportistas de su ciudad de origen. “Los sueños al final se cumplen si le pones garra y corazón. Los límites de las personas están más mas allá de lo que imaginamos y así lo comprobamos. La enseñanza es no dejarse desmoronar por cosas chicas. Cruzar el desierto con temperaturas altísimas, la deshidratación era para pescar las maletas y las bicicletas y devolvernos; pero aquí estuvimos y cumplimos nuestros sueños con los mejores del mundo”.