Un gigantesco socavón de cerca de 50 metros de profundidad y 900 metros cuadrados se abrió la mañana del miércoles 24 de septiembre en plena avenida Samsen, frente al Hospital Vajira, en el norte de Bangkok. El colapso, que no dejó víctimas fatales, obligó a evacuar a decenas de pacientes y generó daños en vehículos, edificaciones y en la infraestructura pública de la zona.
El derrumbe se produjo sobre una obra de construcción de la línea de metro subterráneo Purple Line, lo que habría debilitado el terreno y provocado el hundimiento. Según las primeras hipótesis, la ruptura de una tubería de gran tamaño habría originado una fuga de agua masiva que desencadenó el socavón.
Las autoridades locales comenzaron este jueves 25 de septiembre las labores de estabilización del área. Los trabajos incluyen el vertido de 50.000 sacos de arena, la remoción de escombros y mobiliario urbano, además de la preparación del terreno para recibir capas de cemento y hormigón que permitan rellenar la cavidad.
La evaluación más reciente detectó otro hueco de 15 metros bajo una comisaría cercana, cuyos cimientos resultaron comprometidos, mientras que el hospital afectado quedó fuera de peligro inmediato.
La empresa a cargo del metro aseguró que cubrirá todos los costos de reparación y señaló que los trabajos de restauración de la superficie podrían completarse en un plazo de dos semanas.
Bangkok, apodada la “Venecia del sudeste de Asia” por haber sido construida sobre terrenos pantanosos y atravesada por canales, enfrenta desde hace años advertencias de especialistas sobre el riesgo de hundimientos debido a la fragilidad de su suelo arcilloso y la presión de la urbanización.