El Museo del Louvre, en París, fue escenario de un robo cinematográfico la mañana del domingo 19 de octubre, cuando un grupo de al menos cuatro delincuentes sustrajo joyas de valor “inestimable” pertenecientes a la colección de la corona francesa.
El asalto se produjo entre las 9:30 y las 9:40 horas, justo antes de la apertura al público. Los ladrones ingresaron utilizando una plataforma elevadora montada sobre un camión, rompieron una ventana e irrumpieron directamente en la Galería Apolo, donde se exhiben las joyas imperiales. En apenas unos minutos, se apoderaron de nueve piezas, incluyendo tiaras, collares y broches engastados con zafiros y esmeraldas.
Entre las joyas sustraídas figura la corona de la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, hallada horas después rota en las afueras del museo. Otras piezas robadas pertenecían a las reinas María Amalia, Hortensia y María Luisa, según confirmó el Ministerio de Cultura francés.
“Un golpe profesional y milimetrado”
El ministro del Interior, Laurent Nuñez, calificó el robo como un “golpe perfectamente planificado”, señalando que los asaltantes actuaron “en apenas siete minutos” y huyeron a bordo de motocicletas, tras forzar las vitrinas que protegían las joyas.
Según la ministra de Cultura, Rachida Dati, las piezas robadas forman parte de un conjunto patrimonial “de valor incalculable”, y confirmó que el museo permanecerá cerrado por 24 horas mientras se desarrollan las investigaciones.
La Fiscalía de París abrió una causa por robo organizado y asociación delictiva, delegando el caso a la Brigada de Represión del Bandidismo (BRB) y a la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC). Las autoridades investigan la posible participación de delincuentes extranjeros y no descartan que el grupo haya inspeccionado previamente el museo.
Fallas de seguridad bajo la lupa
Fuentes policiales confirmaron que la alarma del museo se activó tarde, cuando los ladrones ya habían huido con el botín. Expertos en patrimonio señalaron que los sistemas de seguridad del Louvre habían sido objeto de críticas previas y que el museo enfrenta problemas estructurales por falta de personal y sobrecarga de visitantes.
Con más de 8,6 millones de personas en 2024, el Louvre sigue siendo el museo más visitado del mundo, pero el robo reavivó las dudas sobre su capacidad para proteger su colección, especialmente en medio de las obras de remodelación que actualmente se ejecutan en el edificio.
“La información que tenemos indica que la alarma no sonó al momento de la intrusión, sino minutos después”, advirtió el especialista en arte Didier Rykner.
Cierre temporal y conmoción cultural
Las autoridades ordenaron el cierre total del museo por 24 horas para preservar pruebas y reembolsar a los visitantes. El hecho generó conmoción en Francia y en el mundo del arte, dada la relevancia histórica de las piezas sustraídas, vinculadas al esplendor imperial del siglo XIX.
“Es una pérdida simbólica para la historia de Francia”, declaró el coleccionista y experto en Napoleón, Pierre-Jean Chalençon. “Estos objetos no tienen precio porque son parte de nuestra identidad cultural”.