Pese a los anuncios de tensión en la frontera entre Chile y Perú, las imágenes desde Chacalluta muestran una realidad muy distinta: flujo migratorio normal, sin aglomeraciones y con un despliegue que parece más mediático que operativo.
El Gobierno de Perú reforzó este fin de semana la vigilancia en la región de Tacna con el envío de 100 militares y 100 policías, tras decretar estado de emergencia por 60 días para frenar el paso de migrantes irregulares desde Chile. La medida se anunció luego de episodios aislados de bloqueo de ruta por parte de extranjeros —principalmente venezolanos— que buscan regresar a su país cruzando territorio peruano.
Sin embargo, periodistas en terreno reportaron este lunes una situación completamente controlada. Las imágenes transmitidas desde la frontera muestran muy pocos migrantes, mientras que sí se observa un número considerable de equipos de prensa, autoridades y figuras políticas, entre ellas el senador electo Rodolfo Carter, integrante del comando de José Antonio Kast. Su presencia ha sido interpretada como un gesto más comunicacional que una contribución concreta a la gestión de la situación.
Los militares peruanos se ubicaron a varios kilómetros del límite, en un despliegue descrito como “modesto” y que no ha implicado operativos visibles de gran envergadura. En tanto, el gobierno chileno descartó cualquier incremento del flujo migratorio: “Los flujos que vemos a la fecha no cambian respecto a otros momentos del año o periodos de años similares”, dijo el subsecretario del Interior, Víctor Ramos.
El alcalde de Arica, Orlando Vargas, fue categórico en su crítica: afirmó que se está “creando una falsa crisis humanitaria” con fines políticos y mediáticos.
Show mediocre, como todos los políticos