“La Otra Ronda” no es solo un grupo musical; es una hermandad que se construyó sobre cimientos de amistad y amor por el folclor. La agrupación nació en 2020 a partir de un grupo de amigas —Ximena, Camila y Nicole— que se conocieron en la Tuna Femenina de la Universidad Católica del Norte. Lo que las unió profundamente fue su vinculación con el folclor, muchas inspiradas por sus abuelos y antepasados.
La elección del género fue natural: la cueca “no necesita acordes complejos ni virtuosismo, porque nace desde la copla, la rima y la vida cotidiana”.
“La cueca -y el folclor en general- habla de historia, de nuestros ancestros, de lo que se vivía en cada época. No exige ser experta ni tener técnica docta, pero sí exige creatividad, perder la vergüenza, tener rimas, energía y verdad”.
El grupo se consolidó en 2022 con la llegada de Karla en las percusiones, y en 2023 con Paxy en el bajo y voz principal, logrando la formación actual de cinco mujeres que se declararon imparables.
Los Rostros de la Ronda: Vocación, Norte y Disciplina
Detrás de los instrumentos y las coplas, hay cinco mujeres que han logrado tejer sus raíces nortinas y sus exigentes profesiones en el corazón de la banda. Desde la Psicología y la Odontología hasta la Enfermería, cada una aporta una mirada y una experiencia única, elevando el compromiso del grupo a un nivel de vocación y hermandad que trasciende el escenario.
Paxy Godoy: La Cantora, Pasión y Herencia de Arica
Conocida como Paxy LaCantora, se describe como una mujer apasionada y creativa. Oriunda de Arica, se considera “mitad y mitad” por sus 16 años en la ciudad.
“Arica me entrega raza, pasión y herencia; Antofagasta, en cambio, ha cobijado mis sueños, ha visto mi crecimiento y mi madurez”.
Es la voz principal y bajista, y fuera del grupo, trabaja como comerciante y solista, sintiendo su camino musical “imparable, decidida y muy segura”.
Karla Aciares Jofré: La Administradora Pública con Sentido Comunitario
Nacida y criada en Antofagasta, lleva con orgullo la herencia del pueblo Colla. Se describe como profundamente apasionada, disciplinada y alegre, con un fuerte sentido de comunidad.
Como Administradora Pública, trabaja en una fundación fortaleciendo a organizaciones sociales, un trabajo que la inspira profundamente.
“Es mi granito de arena para construir un Antofagasta más organizado, más justo y más comunitario”.
Ximena Díaz Lagos: Psicología, Voleibol y Raíces Atacameñas
Ximena se define como psicóloga de profesión, músico aficionada y escritora de décimas. Es nacida y criada en Antofagasta, con un fuerte vínculo con el pueblo atacameño.
Trabaja como psicóloga educacional en el Programa de Integración Escolar (PIE). El voleibol es su gran pasión fuera de la música, un deporte que le ha permitido viajar y sentirse bien. Su motor es saber que todo lo que hacen “abre un sendero para quienes vendrán después”.
Nicole Martínez Araya: La Dentista, Atacameña y Emprendedora
Nicole se describe como una mujer atacameña que constantemente busca desafíos. Es dentista de profesión, acordeonista y emprendedora.
Actualmente, dirige una clínica dental y estudia un posgrado, definiéndose como la “Barbie profesiones” por su curiosidad por aprender oficios como el surf, el buceo o trabajar la tierra. Como acordeonista, le da fuerza dejar una huella en el lugar donde nació, ya sea con una sonrisa o con la música.
Camila Díaz Lagos: La TENS, Guitarrista y Coordinadora
Camila es Técnico en Enfermería y trabaja en una farmacia. Se describe como una persona alegre, espontánea y creativa, con hambre de estar siempre en movimiento musical.
Es coordinadora, compositora, guitarrista y cantora en “La Otra Ronda”. Nacida y criada en Antofagasta, el mar la inspira y siente el muelle histórico y La Portada como lugares propios. Ser parte de la banda le permite tomar con fuerza sus convicciones y expresar sus sentires a través de sus composiciones.
La Fuerza de la Ronda: Territorio Femenino y Nortino
El impacto de “La Otra Ronda” en la escena musical de Antofagasta va más allá del folclor. Como pioneras, estas cinco mujeres transformaron un espacio tradicionalmente masculino en un territorio de apoyo mutuo y creación genuina. Aquí, las integrantes hablan sobre su significado como colectivo, la identidad del norte en su música y el legado que buscan dejar en las nuevas generaciones.
La agrupación se ha consolidado como la primera agrupación de mujeres cuequeras creada y vigente en Antofagasta. Lejos de la competencia, se sienten una hermandad poderosa.
“Ha sido un regalo hermoso. Cuando conocí a las chicas sentí una energía poderosa, femenina y muy auténtica”.
Este logro histórico las llenó de orgullo, especialmente al dimensionar el impacto que tendrían en el folclor local. “No habíamos dimensionado que éramos el único grupo femenino de la región tocando y creando cueca, y eso nos infló el pecho”.
El público las ha recibido con un cariño sorprendente, admirando la valentía de ver a puras mujeres tocando e instrumentando en un género tan tradicional. Ellas esperan que esta visibilidad inspire a otras mujeres a atreverse.
La Identidad Nortina en la Música y la Comunidad
Hacer cueca en el Desierto de Atacama tiene una magia particular. “La Otra Ronda” se propuso que su música y sus letras no sonaran como la del sur, sino que dialogaran con su entorno. “[Nuestra cueca] dialoga con el mar, el viento, el desierto, la cultura migrante y los espacios comunitarios”.
El grupo reconoce que ser mujeres en un espacio tradicionalmente masculino es un desafío, pero lo asumen como una oportunidad para construir una cueca que sea también “territorio femenino, creativo y comunitario”. Su objetivo es revivir el folclor nortino desde lo auténtico, reconociendo que la cueca tiene el poder de vincularse con la gente.
El Legado, la Inspiración y los Sueños a Futuro
El mayor aporte del grupo es convertirse en referentes visibles, sobre todo para las más jóvenes.
“Hemos sido inspiración para niñas que se nos acercan diciendo que tienen un acordeón, bajo, guitarra, cantar o tocar percusión o que les gustaría mucho tocar en una banda”.
El impacto de ser modelos les da la fuerza para seguir adelante y retribuir a la comunidad. A futuro, sueñan en grande: “Seguir componiendo, tener más material propio, mostrar nuestro arte en distintas plataformas. Seguir destacando las virtudes del norte, enseñar a las niñas y a nuevas generaciones sobre folclor y música”.
Finalmente, el grupo tiene un mensaje claro y sin rodeos para todas las mujeres creadoras de Antofagasta: “Que no tengan miedo. Si tienen algo que decir o expresar —sea poesía, pintura, música o cualquier arte— háganlo. Que no se sientan menos por no haber estudiado formalmente. El arte nace desde el corazón, desde la vida real”.
Y cierran con una invitación a la acción auténtica: Que se vinculen con otras mujeres, que busquen espacios, que conversen… y sobre todo: que lo hagan sin miedo, porque eso las hará mujeres más íntegras, más libres y más auténticas. Que le den con todo”.