Un viaje habitual entre La Paz y Calama a bordo de un transfer dejó al descubierto una importante cantidad de droga oculta en sobres de jaleas, pudines y flanes que un ciudadano peruano intentaba ingresar al país.
El hecho se produjo cuando fiscalizadores de la Dirección de Aduanas de Antofagasta, que cumplían labores en el paso fronterizo de Ollagüe, en la región de Antofagasta, revisaron a los pasajeros de un transfer proveniente de La Paz, Bolivia.
Uno de ellos, un ciudadano peruano que tenía como destino final Calama, portaba 4 paquetes con alimentos envasados.
Las alertas de los funcionarios revisores hicieron que el Equipo de Drogas de esa aduana condujera al viajero a una sala de chequeo.
Allí determinaron que en los 4 paquetes había un total de 75 bolsas de productos como jaleas, pudines, flanes y otros.
Consultado sobre el origen, el viajero indicó que tenía el encargo de entregarlas en Calama.
El Director Regional de la Aduana de Antofagasta, Francisco Romero Papasideris, señaló que “se trata de una cantidad importante de droga que portaba un solo pasajero, que intentó utilizar un método de ocultamiento que hemos visto en otras ocasiones, como lo son alimentos envasados. Durante la revisión física, personal de turno identifica señales de alerta en el tipo de envoltorio, lo que es producto de la experiencia y habilidad de perfilamiento. Es importante destacar que nuestros equipos tienen las competencias, primero para detectar el riesgo, y luego para chequear y confirmar que efectivamente se trata de sustancias prohibidas.”
El desglose arrojó que 51 de los paquetes correspondían a base de cocaína, y los restantes 24, ketamina, con un peso total de 9.120 gramos.
Por instrucciones de la Fiscalía de Antofagasta, la droga y el viajero fueron puestos a disposición de la Policía de Investigaciones para las diligencias de rigor.