Este 1 de junio se cumplieron cumplieron tres años desde la publicación de “Plan 9 Papers”, una de las investigaciones y coberturas periodísticas más trascendentes de los últimos años en Antofagasta, publicada inicialmente por el equipo de DiarioAntofagasta.cl.
El reportaje reveló las conversaciones secretas vía WhatsApp entre el entonces alcalde Jonathan Velásquez y su círculo de confianza, dejando al descubierto graves faltas a la probidad, actos de maltrato y burla hacia funcionarios municipales, dirigentas sociales y la propia comunidad.
El impacto fue inmediato y de alcance nacional: las pruebas contenidas en los mensajes revelaron la forma en que se tomaban decisiones al interior del municipio, evidenciando una cultura organizacional basada en la opacidad, la manipulación comunicacional y la falta de respeto por la ciudadanía.
Todo comenzó cuando el abogado Marco Ascencio, quien fue parte del equipo de confianza del exalcalde Velásquez, presentó las pruebas con las que buscaba sustentar su demanda por tutela laboral contra la Municipalidad de Antofagasta.
Entre ellas, figuraban más de 700 páginas con la transcripción de dos grupos de Whatsapp denominados como “Chat completo del grupo de whatsapp ‘equipo chico JV’” y “Chat completo del grupo de whatsapp ‘equipo JV’“.
Lo que era un documento judicial, pasó a convertirse en un caso mediático que hizo historia, cuando Diario Antofagasta publicó las transcripciones completas de los chats y además nombró al caso como “Los Plan 9 Papers”.
Una denominación que tiene su origen en un programa de televisión que animaba el exalcalde Velásquez, denominado “Plan 9”, donde precisamente se daba cuenta del estilo burlesco, misógino e incluso vulgar que el animador instalaba ahora en la Municipalidad de Antofagasta.
Un punto de inflexión en la política comunal
El caso se transformó en un punto de quiebre en la percepción pública sobre la gestión del exalcalde. La publicación del reportaje con los chats en Diario Antofagasta y su cobertura posterior con los pormenores del caso —que generó decenas de miles de lecturas y fue replicado por medios de alcance nacional— permitió que la ciudadanía pudiera evaluar con evidencia concreta el funcionamiento real del poder municipal.
Una investigación y cobertura periodística que terminó convirtiéndose en un factor determinante en la derrota electoral que sufrió Velásquez en las elecciones municipales de 2024, y posteriormente en su inhabilitación por abandono de deberes y faltas a la probidad.
Confirmación judicial: el periodismo como prueba
Tres años después, varios de los antecedentes revelados en los Plan 9 Papers fueron considerados dentro del proceso llevado adelante por el Tribunal Electoral Regional (TER), que resolvió inhabilitar a Jonathan Velásquez para ejercer cargos públicos por cinco años, acreditando 11 faltas graves a la probidad.
Entre ellas, los favores a un empresario peruano que financió la campaña a alcalde de Velásquez, viajes con una secretaria usando fondos municipales, acoso laboral a mujeres de su equipo, además de los mensajes donde el exalcalde y su equipo se referían con mensajes clasistas, racistas, homofóbicos y gordofóbicos por la apariencia física de autoridades, dirigentes sociales, trabajadores, emprendedores y vecinos.
Para el Director de El Diario de Antofagasta, Cristian Reyes, este caso reafirma el rol esencial del periodismo en democracia: fiscalizar al poder, sin excepciones ni favoritismos, revelar la verdad y garantizar el derecho de la ciudadanía a estar informada.
“Los antecedentes estaban a disposición de cualquier ciudadano, pero permanecían allí, silenciados como un documento más en el Poder Judicial. Era necesario tener convicción para indagar en estos archivos y atreverse a publicarlos sin miedo a las represalias, presiones, e incluso amenazas que efectivamente llegaron por parte de esa administración. Es un orgullo haber contribuido a que nuestra ciudad y el país conocieran la verdad, porque ese es el objetivo del periodismo“, señaló.
Luego de la derrota de Jonathan Velásquez en las urnas —elección en la que los Plan 9 Papers jugaron un rol clave—, el caso aún no se da por cerrado. Permanecen en curso sumarios administrativos y procesos legales que involucran a distintos actores mencionados en la investigación.
A tres años de su publicación, los Plan 9 Papers no solo marcaron un antes y un después en la historia política de Antofagasta, sino que también reivindicaron el valor de un periodismo regional independiente y valiente. En tiempos donde la desinformación y la manipulación desde el poder intentan distorsionar la realidad, esta investigación demostró que la verdad, cuando es documentada con rigor, puede generar transformaciones profundas y necesarias.