El superintendente de Educación Superior, José Miguel Salazar, arribó este martes 9 de junio a la Universidad de Antofagasta (UA) en el marco del proceso de acompañamiento impulsado por la Superintendencia de Educación Superior (SES), que busca apoyar a la institución en la aplicación de un plan de ajuste económico, tras detectarse un déficit estimado de $8.279 millones para el año 2025.
La jornada contempló reuniones con decanos, cuerpos académicos, asociaciones de funcionarios y representantes estudiantiles, desarrolladas en el campus Angamos, con el objetivo de socializar las medidas contenidas en el oficio N°437-2025 de la SES. El documento insta a la universidad a aplicar de manera urgente una serie de acciones para garantizar su viabilidad económica y operativa, entre ellas la reducción de gastos operacionales, revisión de asignaciones y beneficios internos, y una reestructuración profunda en su modelo de gestión.
“Las medidas propuestas no pueden entenderse como un castigo, sino como una oportunidad para fortalecer nuestros procesos y proyectarnos al futuro con mayor solidez. El acompañamiento de la SES es clave para abordar este desafío”, afirmó el rector Marcos Cikutovic Salas.
Por su parte, el superintendente Salazar valoró los avances alcanzados hasta ahora, señalando que “es un proceso en el cual se ha estado trabajando ya un año entero. La institución pudo reestructurar su deuda y tiene menos costos financieros, pero enfrenta un déficit estructural del cual debe hacerse cargo”.
Ajustes profundos y preocupaciones internas
Según la Superintendencia, la UA ya ha definido una serie de medidas que podrían generar un ahorro de $5.000 millones este año. Estas incluyen:
- Aumento de la carga docente para disminuir el pago de honorarios externos.
- Reducción de altos sueldos en la alta dirección
- Regulación de asignaciones de mercado y gastos de representación, que crecieron un 14%.
- Reducción de viáticos y pasajes, tanto nacionales como internacionales.
- Disminución de becas institucionales, con criterios más estrictos para cónyuges, hijos de funcionarios y estudiantes de postgrado.
- Recorte de incentivos por publicaciones científicas.
Sin embargo, el organismo advirtió que estas medidas son aún insuficientes, por lo que se solicitó a la universidad “explorar otras alternativas de impacto significativo” y avanzar hacia una reestructuración económica integral en el corto plazo, que fortalezca su liquidez y capacidad de cumplir con sus compromisos.