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Jueves 7 de Agosto del 2025 14:09

La historia del avión desaparecido en Antofagasta encontrado 63 años después

Un grupo de jóvenes exploradores encontró partes metálicas, marcos de ventana y tejidos quemados que podrían pertenecer a la aeronave B-26 Invader desaparecida en Cerro Moreno en 1962 con tres ocupantes, cuyo destino se transformó en un misterio. Esta zona, entre Hornitos, el Morro Moreno y la fosa de Atacama, ha sido escenario de al menos ocho desapariciones aéreas inexplicables.

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Un grupo de exploradores antofagastinos encontró restos de una aeronave que podrían pertenecer al bombardero Douglas B-26, desaparecido hace 63 años en la zona de Cerro Moreno, al norte de Antofagasta. El hallazgo ocurrió tras una caminata de más de 19 kilómetros en una ruta de difícil acceso, en una de las áreas más enigmáticas del norte de Chile, conocida por múltiples desapariciones aéreas.

La historia del avión desaparecido comienza con la llegada de estas aeronaves a Chile. El 15 de noviembre de 1954 llegaron a nuestro país las primeras unidades, para entrar en servicio para la Fuerza Aérea de Chile (FACh). Se trataba de un avión ligero, bimotor, fabricado en Estados Unidos. Algunas unidades fueron destinadas a la Base Aérea Cerrillos y otros llegaron hasta la Base Aérea Cerro Moreno, en Antofagasta.

La tarde del 10 de mayo de 1962, una de estas aeronaves, correspondiente a la N°838 de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) despegó desde Cerro Monero, al norte de Antofagasta, para realizar un vuelo de instrucción. A bordo iban el teniente Mario Sepúlveda Zúñiga, el subteniente Gracián Figueroa Navarrete y el subteniente Pedro Gutiérrez Araya.

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Lo que parecía un vuelo de rutina, sin embargo, terminaría convertido en un misterio. El avión perdió contacto con tierra y nunca más regresó a la base. La búsqueda de la aeronave resultó infructuosa y el destino del bombardero y sus ocupantes quedó envuelto en el misterio. Las autoridades declararon fallecidos a los ocupantes, si bien nunca se pudo recuperar sus restos.

Más de 63 años después, un grupo de siete amigos se organizó con el objetivo específico de buscar los restos del avión. Uno de ellos, Mauro Gómez, relató al diario La Estrella de Antofagasta que la travesía fue inspirada por un libro sobre desapariciones en la zona: “Sabíamos que se habían localizado restos antes, pero las lluvias suelen cubrirlos. Esta vez logramos ver claramente trozos de fuselaje, marcos de ventana y telas calcinadas por el sol y el tiempo”.

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Los restos —entre ellos estructuras metálicas con remaches y aluminio— fueron hallados en una zona montañosa sin acceso vehicular, a más de 19 kilómetros de la base aérea, lo que refuerza la hipótesis de que se trataría efectivamente de los vestigios del bombardero perdido y no de chatarra moderna.

Por respeto a la historia y al entorno natural, los exploradores decidieron no remover nada del lugar.

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El triángulo de Cerro Moreno

Este hallazgo revive el interés por el enigmático “triángulo de Cerro Moreno”, una zona comprendida entre Hornitos, Morro Moreno y la fosa de Atacama. En este lugar se han registrado varias desapariciones de aeronaves y pilotos, como la del comandante César Guevara en 1980.

El hallazgo podría reabrir investigaciones históricas y plantea interrogantes sobre los fenómenos que podrían explicar las desapariciones en esta área poco explorada del desierto costero de Antofagasta.

2 Comentarios

  1. Se hace necesario chequear esas partes recuperadas corresponden a un B -26, como el que se pretende identificar. Todas las piezas de las aeronaves tienen códigos de identificación.
    Por otra parte…¿Y los motores? Son estructuras que se mantienen por años , ya que el impacto no los destruye totalmente.
    Habría que revisar seriamente esos restos, porque pueden pertenecer a otra aeronave.
    Ello, toda vez que, a fines de la década del 70, un avión yankee, Neptune P2V, que participaba en la operación Unitas, se estrelló en la cara sur del.Morro Moreno.
    Los restos aún permanecen y conocí el punto del impacto en la década del 80…

  2. ¿Cuál es el problema con citar el libro de Hugo Riquelme, recién salido además, y del que da cuenta uno de los exploradores en la nota? Ningún medio de la ciudad lo ha citado. O nadie ha averiguado. Se llama “El Triángulo de Cerro Moreno”, está disponible en librerías: por ejemplo Truman, Antártica, etc. En fin…

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