El Hospital Regional de Antofagasta (HRA) enfrenta un preocupante aumento de agresiones hacia su personal. Solo entre enero y agosto de 2025, se han reportado 144 casos de violencia, cifra que prácticamente iguala el total de 162 denuncias registradas durante todo 2024, según datos entregados por el propio recinto asistencial.
La situación se ha tornado crítica, considerando que la tasa nacional de agresiones a funcionarios de salud alcanza los 33,1 casos por cada mil trabajadores, mientras que en el hospital local la cifra se eleva a 50,1 casos, lo que representa un aumento sostenido y por sobre el promedio del país.
“En vez de disminuir, los casos han ido creciendo. Esto nos tiene bastante preocupados”, señaló Roxana Ibacache, jefa del Departamento de Calidad de Vida Laboral del HRA e integrante de la Mesa de Seguridad del recinto.
De la burla a la agresión sexual: el registro de violencia en salud
Los datos se recopilan a través del Registro de Agresiones a Funcionarios de Salud (RAF), una plataforma ministerial que permite clasificar los incidentes según tipo de violencia, lugar y servicio afectado.
Las agresiones van desde violencia verbal y física hasta daños a la infraestructura, pero el aumento de casos graves ha sido lo más alarmante. Mientras en 2024 no se registraron agresiones sexuales físicas, este año ya van seis denuncias, además de cuatro agresiones verbales con connotación sexual, que el año pasado solo sumaban una.
También se duplicaron las amenazas, burlas y descalificaciones, pasando de 42 casos en 2024 a 80 en lo que va de 2025.
Ante esta realidad, el recinto ha decidido actuar, “en el presente año ya se han derivado 40 denuncias al Ministerio Público por agresiones físicas y amenazas. Hemos tenido casos donde los funcionarios reciben amenazas de muerte o de ser esperados a la salida de su trabajo”, explicó Ibacache.
Las áreas más afectadas
Aunque el imaginario común asocia las agresiones al servicio de urgencia, los datos locales muestran una realidad distinta. De las 144 denuncias de 2025, 89 corresponden a atención cerrada, especialmente en unidades críticas como psiquiatría.
“Durante muchos años se normalizó que los pacientes, sobre todo en salud mental, agredieran al personal. Eso no puede seguir ocurriendo. Estamos trabajando en sensibilizar al equipo para que denuncie y podamos dimensionar la magnitud del problema”, subrayó la jefa de Calidad de Vida Laboral.
Como parte de las medidas preventivas, el hospital ha modificado su infraestructura, retirando puertas y cambiando ventanas del área de urgencias para evitar que los pacientes puedan utilizar objetos como armas.
Desde la Mesa de Seguridad del Hospital Regional, se ha planteado que revertir esta tendencia requiere un esfuerzo colectivo entre instituciones y ciudadanía.
“Estamos trabajando con organizaciones civiles y consejos consultivos para visibilizar esta problemática y sensibilizar a la comunidad. Necesitamos que se entienda que la violencia contra el personal de salud no es aceptable”, recalcó Ibacache.
El aumento sostenido de agresiones contra funcionarios de la salud en Antofagasta refleja una tendencia nacional, pero con cifras que superan ampliamente el promedio. Una realidad que no solo amenaza la seguridad de los trabajadores, sino también la calidad de la atención hacia los pacientes.