Un operativo de fiscalización ambiental desarrollado en la Región de Antofagasta, destinado a reforzar la protección de la flora nativa y recuperación de ejemplares en riesgo, permitió el retiro de circulación de 68 cactáceas cuyo origen no pudo ser acreditado, varias de ellas de alto valor ecológico y con antigüedades superiores a los 80 años.
La acción fue realizada por CONAF Antofagasta, en conjunto con la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente (BIDEMA) de la PDI, y se originó a partir de una denuncia presentada por la Superintendencia del Medio Ambiente, lo que derivó en la inspección de un vivero que comercializaba estas especies.
Durante el procedimiento se identificaron ejemplares de los géneros Eriosyce sp. y Echinopsis sp., ambos considerados vulnerables a la extracción desde el medio natural, debido a su lento crecimiento y a la presión que enfrentan por recolección ilegal.