A sólo cinco kilómetros de Chiu-Chiu, en la Región de Antofagasta, se encuentra una laguna tan pequeña como profunda en significado: la Laguna Inka Coya. Una joya natural alimentada por filtraciones subterráneas, custodiada por la comunidad atacameña, y envuelta en la leyenda de la ñusta que amó un inca.
La comuna costera conmemora un nuevo año de vida rescatando sus raíces, su gente y los paisajes que han marcado generaciones entre salitre, mar y resistencia.
Un registro compartido por el usuario de TikTok @antes_y_ahora87 revive la memoria de uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. La Plaza Colón, con su Torre Reloj, sus esculturas y su historia marcada por momentos de encuentro y también de dolor, sigue siendo un símbolo de identidad para los antofagastinos.
Antes del agua potable y los ductos industriales, las comunidades del norte sobrevivieron gracias a vertientes, aguadas y norias que aún resisten ocultas entre cerros, quebradas y caletas. En estas rutas olvidadas se esconde parte de la memoria de la región.
Fue poeta, periodista, novelista y maestro de generaciones. Pero, sobre todo, fue nortino. A 36 años de la partida de uno de los nombres más queridos y universales que ha dado Antofagasta al mundo, el legado de Andrés Sabella Gálvez sigue iluminando el oficio de escribir con rigor, pasión y verdad. En tiempos de fake news y discursos vacíos, su ejemplo nos recuerda que el periodismo y la literatura no se improvisan: se corrigen, se pulen y se ejercen con coraje.
La costa de Antofagasta fue escenario de un avistamiento sorprendente: ballenas acompañadas de sus crías se dejaron ver muy cerca de la costa, ofreciendo imágenes inolvidables a la comunidad. Expertos recuerdan mantener distancia, dado que la observación debe realizarse exclusivamente desde tierra firme, y se debe evitar molestarlas o cualquier acercamiento en embarcaciones u otros medios.
Registro fue captado por @yinosub y muestra al imponente cetáceo desplazándose en el sector norte de la ciudad.
Durante décadas, esta área cerca de Antofagasta ha acumulado un inquietante historial de accidentes aéreos, desapariciones de aeronaves y avistamientos de objetos voladores no identificados. El reciente hallazgo de restos que podrían pertenecer a un bombardero perdido en 1962 reaviva su leyenda. Revisamos su historia, una completa cronología de casos y los testimonios que han alimentado el misterio del llamado “Triángulo de Cerro Moreno”.
Cada año, cientos de familias del norte grande rinden homenaje a San Lorenzo, santo mártir y símbolo de fe para los trabajadores mineros. Su figura, profundamente arraigada en la cultura popular de la región de Antofagasta, representa la esperanza, el sacrificio y la protección en una de las labores más duras del país.
Un grupo de jóvenes exploradores encontró partes metálicas, marcos de ventana y tejidos quemados que podrían pertenecer a la aeronave B-26 Invader desaparecida en Cerro Moreno en 1962 con tres ocupantes, cuyo destino se transformó en un misterio. Esta zona, entre Hornitos, el Morro Moreno y la fosa de Atacama, ha sido escenario de al menos ocho desapariciones aéreas inexplicables.