Desde su amor por el mar y su vocación como ecólogo marino, Francisco Lira fundó Antofagasta Pro Dive con el objetivo de preservar el entorno marino y fomentar una relación más sustentable con el océano. En una entrevista exclusiva con el Diario de Antofagasta, Fransisco relató cómo su pasión por el mar lo llevó a crear esta escuela de buceo, que hoy en día se dedica a difundir la educación ambiental y a concientizar sobre la biodiversidad única de las costas de la región.
En la costa de Antofagasta, un lugar lleno de biodiversidad y paisajes submarinos sorprendentes, la protección del ecosistema marino se ha convertido en una tarea urgente. Entre quienes se dedican a preservar estos espacios está un apasionado buzo local, que luego de pasar más de una década trabajando en la minería, decidió volver a sus raíces para reconectarse con el mar y luchar por su conservación.
De la minería al mar: el regreso a la naturaleza
“Cuando salí de la universidad, por necesidades tuve que trabajar durante 13 años en la minería, pero todo ese tiempo estuve tratando de volver a vivir del mar”, cuenta este buzo, quien ha transformado su pasión por el océano en una misión de vida. Su objetivo ha sido siempre claro: contribuir a la conservación de los ecosistemas marinos a través del buceo sustentable. “Mi idea siempre fue dejar de extraer especies y hacer el buceo más sustentable, porque el mar nos ofrece mucho más que solo recursos explotables”, señala.
Lira, con su experiencia en buceo comercial y científico, recalca la riqueza que esconden las aguas de Antofagasta, especialmente en la Isla Santa María, un lugar que considera uno de los mejores sitios para bucear en el norte de Chile. “Aquí, el buceo recreativo aún está en pañales, hay mucho por hacer en términos de profesionalización y de potenciar la investigación científica”. Según el ecólogo, la clave está en la conservación. “Tenemos que proteger este ecosistema porque hay especies que conviven en armonía, creando un entorno sano y diverso”.
El mar como refugio de bienestar
Para muchos de los que se suman a estas actividades, el mar se convierte en un refugio. “En el mar se puede lograr desestresarse, vivir en armonía con la naturaleza, vivir en felicidad. Dicen que el mar todo lo cura, y las personas que vienen acá lo experimentan. Terminan viniendo casi todos los fines de semana porque en su día a día están súper estresados y aquí encuentran paz en un lugar maravilloso”.
Experiencias inolvidables bajo el agua
La pasión por el mar ha dejado recuerdos imborrables en este buzo, momentos únicos que lo conectan con las maravillas ocultas bajo el agua. “Hay cosas claro que a uno lo marcan, por ejemplo, la primera vez que vi un mola mola, cuando se me aparece este este pez que es uno de los más grandes del mundo, La verdad que debajo del agua es como prácticamente un espíritu que se acerca”.
También recuerda con emoción el día en que el equipo de Antofagasta Pro Dive fue acompañado por delfines durante una navegación, o cuando se encontraron con un grupo de ballenas el año pasado.
Otro de sus recuerdos más significativos ocurrió en uno de sus primeros buceos en la pared sur de la isla, donde encontró un bosque de macroalgas. “Estábamos buceando por la tarde y nos encontramos con una visibilidad de 30 a 40 metros, los rayos del sol entraban por arriba del bosque y creaban un paisaje submarino hermoso. Las algas estaban rodeadas de peces de todos tamaños y tipos, creando un paisaje submarino espectacular. Fue uno de mis primeros buceos y me enamoré de esta actividad”. Incluso después de 23 años buceando, sigue sorprendiendose cada vez que se sumerge en el océano.
Como parte de su compromiso con la conservación, se ha creado un centro de buceo que tiene como objetivo difundir la importancia de cuidar el medio ambiente. “Se creó este centro de buceo, principalmente enfocado en difundir el respeto por el medio ambiente y en entregar educación ambiental. Una de las ideas que tenemos a futuro es educar ambientalmente a la población, traer alumnos, niños y colegios. Justamente tenemos una jornada pedagógica con biólogos marinos de la UA, porque ellos, en algún minuto, llevarán la antorcha de la conservación y cuidarán de este ecosistema”.
Un llamado a la responsabilidad y el disfrute
Con miras al futuro, la necesidad de mayor infraestructura y recursos es clave para potenciar el buceo recreativo y la investigación científica. “Necesitamos más infraestructura, pero también una distribución más equitativa de los recursos. Hay mucho potencial en el mar, tanto para el buceo recreativo como para la investigación científica. Las personas deben conocer el valor de este lugar y aprender a disfrutarlo de forma responsable”, enfatiza.
Antofagasta, una ciudad que combina infraestructura moderna con un entorno natural único, tiene el potencial de convertirse en un referente del turismo sustentable. “Antofagasta tiene una infraestructura que facilita el turismo. Tenemos un aeropuerto cercano, buenos restaurantes y un clima favorable. Solo falta que nosotros, como ciudadanos, aprendamos a valorar lo que tenemos aquí”, finalizo.
Los años que estuve buceando nunca estuve en punta piquero (foto del articulo)
Por lo muy profundo que es el lugar y se dice que hay variedad de algas y peces.
Lo más catastrófico que pasa es la depredacion de algas en la costa sacando de raíz estas especies que alimentan y protegen a peces y moluscos. Llega dar pena ver el relieve costero u encontrarse con piedras peladas sin ninguna alga.
Señor lira ud que habla de biodivercidad y preservar el lugar gritemos a los vientos no más extracción de algas y veda total a estas algas.