Con la expectación propia de quien asiste a una avant-premiére, estuvimos en la presentación pública del corto “Memudo”, de Jona Cadet.
El proyecto audiovisual se revela como un relato mínimo que da cuenta como un niño boliviano mudo, se convierte en un testigo del inicio del conflicto bélico en Antofagasta, los días 12 y 14 de febrero de 1879 que marcó el inicio de la Guerra del Pacífico.
Con financiamiento del FNDR 2% Cultura para su realización, “Memudo” se trata de un corto que sabe condensar en pocas escenas los elementos básicos para entender el clima de hostilidad que se vivía entre chilenos y bolivianos en ese período, cuando estaba a punto de cambiar para siempre la historia de ambos países, significando la entrada de las tropas chilenas en Antofagasta.
Con un protagonista mudo –un niño boliviano de unos doce años- todo el filme está articulado desde la perspectiva de este pequeño, involuntario protagonista de este suceso histórico que nos entrega otro punto de vista respecto de los instantes previos al desembarco de las tropas de Chile en Antofagasta.
Quizás por lo condensado del relato y por la concentración de la historia, un espectador poco conocedor de los acontecimientos históricos, puede no entender a cabalidad el contexto, a pesar de que al inicio se entregan los antecedentes básicos.
Pero esto queda en un segundo plano gracias al buen nivel de realización que, con inteligencia, saca el máximo de provecho a las locaciones y se apoya en un nivel actoral parejo y creíble, que aporta lo preciso a esta pequeña historia.
De acuerdo con los antecedentes, el corto “Memudo” busca entregar una visión diferente, alternativa de la historia de la ocupación chilena en Antofagasta, poniendo el especial énfasis en personajes característicos, acentuando la tensa relación entre bolivianos y chilenos en la época para lograr proyectar esta rivalidad a la actualidad, buscando de este modo generar nuevos espacios de análisis de la historia.
Al mismo tiempo, el corto busca sacar a la luz algunos mitos que se manejan y transmiten respecto de lo que sucedía en ese período, utilizando para ello la riqueza que permite el lenguaje audiovisual.
Iván Ávila, productor general de este cortometraje y también uno de sus guionistas, planteó que con esta realización están siendo coherentes con seguir el desafío planteado hace años por la directora ya fallecida Adriana Zuanic, quien siempre imaginó que Antofagasta debía ser un polo de desarrollo para el audiovisual, aprovechando locaciones y la capacidad de trabajo de personas que, con amor y tesón, siguen haciendo posible la realización cinematográfica en esta parte del país.
“Memudo” es una co-producción de Raw Films y el Centro de Investigación Escénica Colectivo La Sicaria que amalgama investigación, trabajo actoral regional y el trabajo creativo de técnicos del ámbito cultural y artístico de la región, entre los que destacan la Corporación Cultural de Antofagasta, la Compañía de Teatro de la Universidad de Antofagasta, el Museo Regional de Antofagasta, y los historiadores Damir Galaz-Mandakovic y Héctor Ardiles.
“Memudo” cuenta en su ficha técnica con la dirección de Jona Cadet, fotografía de Jorge Donoso, que además oficia de productor ejecutivo, Iván Ávila como guionista y productor general y de Nicolás de Terán, asistente de producción y director de actores, Karla Ramos, en la dirección de arte e Iván Huidobro como asistente de dirección.
Ojalá que este corto sea visto y comentado en muchos lugares. No solo porque es un trabajo realizado con calidad y profesionalismo, sino también porque aporta con elementos necesarios de reflexión respecto de temas mayores: la tolerancia, el respeto y la necesaria integración entre dos países con un pasado común y con historias compartidas.