
En el 2010, los “Zorros del Desierto” estuvieron al mando de Raúl Toro, luego de Germán Cornejo y finalmente de Mario Soto.
Para el 2011, Nelson Acosta regresó a Calama para disputar 56 partidos, obteniendo un rendimiento del 44.6%, al año siguiente asumió temporalmente en la banca Roberto Spicto y después Javier Torrente, quien estuvo a la cabeza por 36 partidos, completando un 48,1% de rendimiento.
Tras la abrupta salida de Torrente, el “Fantasma” Figueroa aterrizó en la entida loina para disputar 21 encuentros, llegando a un 61,9% de rendimiento.
El 2014 un recordado “Chicho” García tomó al equipo y completó un 50% de rendimiento. Sin embargo, es recordado por un largo invicto de partidos y la eliminación de Peñarol de la Copa Sudamericana.
García dejó la banca calameño y fue el turno de Cesar Bravo, quien llegó solamente a disputar 3 partidos y luego fue desvinculado pues los perdió todos.
Luego sería el turno de las aventuras de Marcelo Trobbiani y Pablo Trobbiani, quienes no tuvieron un buen rendimiento. La misma situación se repitió con Fernando Vergara y la segunda etapa de Marco Antonio Figueroa.
Los ánimos no estaban bien en Cobreloa y la llegada de Cesar Vigevani no los mejoró, pues disputó 38 duelos y solo promedió un 43,8% de rendimiento.
Tras la salida del argentino, asumió Cesar Bravo en 20 partidos, generando un 33,3% de rendimiento.
El fierro caliente fue tomado por Rodrigo Meléndez, quien mejoró notablemente el rendimiento del plantel naranja, disputó dos encuentros y ganó ambos.
Finalmente, llegaría a Cobreloa el histórico técnico José Sulantay, quien finalmente decidió terminar prematuramente su contrato con la tienda minera.
¿Quién seguirá?