El robo de una recién nacida en el hospital de Temuco causó conmoción en todo el país, luego de que se diera a conocer el caso y salieran a la luz distintos detalles de la mujer que sustrajo a la bebé. A pocos días de los hechos, los padres de la neonata se refirieron a este día que ha dejado lamentables secuelas en su vida.
En conversación con 24Horas, los afectados señalaron que se sintieron juzgados y que el personal se estaba burlando de la situación. Agregando que, en un primer momento, no le creían a la madre sobre el robo de su pequeña, negándole el acceso a las cámaras de seguridad.
“Ella lo premeditó todo”
La madre indicó para el medio, que horas previas a la sustracción, se encontraba paseando a la bebé cuando la mujer en cuestión entró al lugar. Esta vestía de uniforme clínico, guantes de látex y portaba una credencial, lo que le dio confianza a la mamá, quien pensó que se trataba de una funcionaria del recinto hospitalario.
Antes de irse, la secuestradora se volvió hacia ella y dijo: “Oye, qué linda tu bebé, que Dios la bendiga“. Con esas buenas intenciones, la madre ingresó al baño para cambiarse sin pensar que, al salir, comenzaría una pesadilla.
“Salgo y ya no estaba“, alertando inmediatamente al personal médico que su hija no se encontraba en la pieza de maternidad. Asegurando que luego de que las matronas revisaran debajo de la cama y detrás del velador, solicitó ver las cámaras de seguridad, lo que le fue negado.
Falta de apoyo
La afectada comentó que se sintió “juzgada” por las matronas, palabras a las que se sumó el padre de la menor, quien señaló que éstas se reían, “poco menos sentí que se estaban burlando“.
Tras la negativa del acceso a las cámaras de videovigilancia, la madre llegó donde personal policial, quienes lograron obtener el permiso, y con esto poder identificar a la culpable.
Las víctimas aseguraron que la implicada, Paola Navarrete, planificó todo; desde la ropa hasta el tiempo que tenía para volver a ingresar, echar a la bebé al bolso y huir.
Finalmente, los padres piden que se haga justicia para que situaciones de este tipo no se vuelvan a repetir, asegurando además que este hecho ha dejado consecuencias en su vida diaria, como el miedo de salir a la calle o el ir a dejar a su hija mayor al colegio.