El Día Mundial del Perro, es más que una simple fecha para compartir fotos tiernas o publicar frases bonitas en redes sociales. Es una oportunidad para reflexionar con seriedad sobre la realidad que viven millones de animales en Chile y en el mundo, especialmente aquellos que son víctimas del abandono, el maltrato o la indiferencia institucional.
A pesar de los importantes avances en materia de bienestar animal gracias a la “Ley Cholito”, la Constitución chilena aún considera a los animales como bienes muebles, es decir, como cosas. Esta visión arcaica y completamente desconectada de la ciencia y la ética actual permite que quienes maltratan, abandonan o lucran con el sufrimiento de los animales sigan recibiendo penas mínimas como firma mensual o simplemente salgan impunes.
Es urgente elevar las sanciones penales por maltrato animal, pero también reconocer jurídicamente a los animales como seres sintientes, tal como ya lo han hecho muchos países del mundo. No basta con indignarse ante los videos virales de crueldad: el verdadero cambio se logra cuando el Estado protege a quienes no tienen voz y sanciona con firmeza a quienes los dañan.
Tampoco podemos permitir que prácticas importadas como las carreras de galgos o las peleas de gallos se sigan perpetrando en la clandestinidad. No son “tradiciones”, son maltrato disfrazado de espectáculo. Urge perseguir penalmente a quienes lucran con el sufrimiento animal.
Por otro lado, en los últimos años, algunos han promovido las eutanasias masivas como única solución a la situación de perros y gatos ferales o asilvestrados —especialmente en zonas rurales o sitios eriazos— ignorando totalmente que el origen de estos casos extremos radica en la irresponsabilidad humana.
Este fenómeno nunca se resolverá eliminando animales, sino sancionando a quienes los abandonan y a los municipios que no cumplen con sus obligaciones legales de promover esterilización masiva, políticas de adopción y educación en tenencia responsable. Desconocer este origen es perpetuar el problema.
“La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que se trata a sus animales”, es una frase atribuida a Mahatma Gandhi que resume muy bien la situación actual.
Chile necesita estar a la altura de un país que se dice avanzado. El momento de avanzar y reconocerlos como seres sintientes, sancionando con dureza el abandono y el maltrato, es ahora.