Más de 8 mil antofagastinos de todas las edades protagonizaron una multitudinaria, pacífica , alegre y ejemplar manifestación, exigiendo educación pública gratuita y de calidad, además del cambio de la constitución instaurada durante la dictadura militar, que permite plantear la educación como mercancía.
Con la protesta más masiva y multitudinaria que se haya visto en la ciudad de Antofagsta en los últimos años, la capital regional se sumó al Paro Social en defensa por la educación pública y una nueva constitución, con una convocatoria que de acuerdo a fuentes estudiantiles, superó las 8 mil personas.
Desde tempranas horas de la mañana profesores, académicos, estudiantes acompañados de sus padres, trabajadores, apoderados y funcionarios de diferentes gremios se sumaron a la pacífica protesta, que destacó por irradiar alegría, música y colorido.
La convocatoria reunió tres concentraciones populares que se realizaron en los sectores Norte, Centro y Sur de la ciudad, que luego confluyeron en la Plaza Colón, frente a la Intendencia Regional, que mantuvo sus puertas cerradas a la ciudadanía y rodeada por un numeroso contingente policial.
En dicho lugar se llevó a cabo un acto cultural organizado por los funcionarios de la cultura de Antofagasta, que contó con la presencia de la cantautora Camila Moreno, a la par que la ciudadanía desbordaba emoción y alegría por el éxito de la jornada, además de entonar cánticos en contra de los fines de lucro e intereses monetarios de los políticos y el gobierno.
El Presidente de la Federación de Esudiantes de la Universidad Católica del Norte, Pablo Iriarte, destacó que se trató de un día histórico y que las movilizaciones ya adquirieron las características de un movimiento social amplio y transversal, contradiciendo los hechos a las afirmaciones del gobierno, que señalan que las protestas serían “minoritarias”.
Como ha sido la tónica en todas las manifestaciones populares de Antofagasta, la convocatoria se realizó en forma completamente pacífica. Incluso, algunos jóvenes se quedaron para recoger papeles, dejando las calles completamente impecables.