
El proyecto del fondo concursable contempla la mejora de los dormitorios, tanto de damas y varones, con el fin de brindar una óptima atención a los pacientes y sus acompañantes. Para ello se instalaron separadores de ambiente, veladores y cómodas, y se realizaron mejoras en la infraestructura.
Las instalaciones que se están mejorando corresponden a una pequeña parcela, ubicada en el sector de Chacras Viejas en Chiu Chiu. En ella, los pacientes pueden descansar y realizar actividades de siembra, con el fin de conectarse con la naturaleza.
“Queremos apoyar a las personas cuando regresan de sus tratamientos, puesto que necesitan de un espacio donde sientan tranquilidad y así acelerar su mejoría. Estando acá tienen todo lo que les favorece como el aire libre de contaminación y la acústica ambiental que ayuda mucho a un enfermo a recuperarse más rápido”, explicó el presidente de Regazo de Cristo, Raúl Villanueva.
Mejor recuperación
El proyecto ha permitido que usuarios y usuarias, utilicen instalaciones que están especialmente acondicionadas, con la comodidad acorde al tratamiento que realizan. “Este proyecto busca acompañar un proceso que es muy complejo para los pacientes y sus familias. En estas instalaciones ellos tienen quien los acompañe y los cuide y esto es parte de nuestros focos de gestión comunitaria, en el sentido de relacionarnos con todas y todos los actores de la sociedad y entregarles mejores condiciones de calidad de vida, a través de un trabajo asociativo como el que fomentan nuestros fondos concursables”, destacó el gerente distrital de Asuntos Comunitarios y Sustentabilidad, Claudio Flores.
Actualmente, el albergue es ocupado por diez personas que esporádicamente hacen uso de sus instalaciones luego de practicarse quimioterapias. Una vez que se recuperan retornan a sus hogares hasta la nueva intervención.