Durante madrugada de este viernes, el presidente del Senado, Jaime Quintana, anunció de la firma del “Acuerdo por la paz y por una nueva Constitución” alcanzado entre representantes de 11 partidos políticos de Chile Vamos, la Ex Concertación y el Frente Amplio, en relación a la creación de una nueva carta fundamental.
El acuerdo se alcanzó tras una larga jornada de negociaciones en Santiago. Según Quintana, el acuerdo determinó que el Gobierno de Chile convocará en conjunto con el Congreso Nacional a un Plebiscito en abril de 2020, en el cual se realizarán dos consultas a la ciudadanía.
La primera, con respecto si se está de acuerdo o no con cambiar la Constitución vigente e iniciar un procedimiento para elaborar una nueva Constitución.
De aprobarse la creación de una Nueva Constitución, el plebiscito incluye una pregunta al procedimiento a seguir, entre dos opciones: una Convención Constituyente integrada por un 100% de delegados electos para este propósito, y una Convención Mixta Constituyente, conformada por 50% de parlamentarios en ejercicio y 50% de delegados electos.
Los partidos políticos acordaron además que para la toma de acuerdos dentro del órgano constituyente se establecerá un quórum de 2/3 de quienes integren la Convención Constituyente o la Convención Mixta, lo que fue uno de los puntos más polémicos porque reinstala la lógica donde una minoría puede vetar a una mayoría, como sucedía en el modelo binominal. Este punto además marcó que colectividades como el PC, el PRO o la Federación Regionalista cuestionaran el acuerdo.
El documento señala también que en caso de aprobarse en plebiscito la elaboración de una Nueva Constitución, esta se redactará sobre una “hoja en blanco”. Ello quiere decir que la actual Constitución de 1980 caducará, punto que también fue muy debatido y demoró el acuerdo.
La elección de los delegados constituyentes que elaborarán la nueva constitución se realizará en conjunto con las elecciones municipales de noviembre de 2020. Su función será exclusivamente proponer un texto constitucional y luego se disolverá.
Finalmente, el acuerdo además establece que la forma de ratificación de la nueva Constitución será a través de una mayoría absoluta mediante un plebiscito con voto obligatorio.
