En un acto solemne y emotivo realizado en el frontis del edificio que alberga a la Delegación Presidencial y Gobierno Regional de Antofagasta, se colocó una placa conmemorativa en el lugar donde fue ejecutado Joaquín Espinoza Ojeda en 1973, conmemorando así los 50 años del Golpe Militar. El evento se llevó a cabo con un minuto de silencio a las 11:52 y posteriormente se reprodujo el último discurso del Presidente Salvador Allende.
Este acto contó con la participación de diversas autoridades y representantes de la región como la Delegada Presidencial, Karen Behrens Navarrete; el Gobernador Regional, Ricardo Díaz; el alcalde de Antofagasta, Jonathan Velásquez, y miembros de agrupaciones de familiares detenidos, desaparecidos y ejecutados políticos, entre otros.
La Delegada Presidencial, Karen Behrens, enfatizó la necesidad de recordar para proteger los derechos humanos y subrayó: “Hace unos días se realizó el lanzamiento del Plan Nacional de Búsqueda, una instancia de justicia para miles que aún buscan la verdad.”
Ricardo Díaz, Gobernador Regional, expresó su preocupación por el reciente clima de polarización y resaltó la importancia de la defensa de la democracia y el respeto a los derechos humanos.
Uno de los momentos más emotivos fue la reubicación de la placa conmemorativa de Joaquín Espinoza Ojeda, con la intervención de la Asociación Nacional de Funcionarios del Ministerio de Educación interpretando la Cueca Sola. María Espinoza Barraza, hija de Joaquín, expresó su gratitud en nombre de la familia por este acto que testimonia la memoria regional.
Héctor Campos, ex prisionero político, y Ernesto Jiménez Rojas, de la Agrupación de Derechos Humanos Brigada Salvador, compartieron discursos conmovedores, enfocando en las víctimas y la importancia de sanar heridas sin transmitir odio a futuras generaciones.