Este lunes, los residentes de Antofagasta se toparon con una vista controvertida: un murallón en una de las conocidas “esquinas rojas” de la ciudad, donde se listaban abiertamente los precios de los servicios sexuales ofrecidos, desatando el debate sobre la falta de regulación de la prostitución en la ciudad.
Un ciudadano comprometido envió al medio Calama en Línea la fotografía de la muralla, ubicada en la intersección de las calles Latorre con Simón Bolívar, un sector que cobra vida nocturna con actividades de prostitución clandestina.
Los precios expuestos variaban entre 20.000 y 50.000 pesos chilenos, dependiendo de la duración del servicio. El anuncio no solo ha sorprendido a los transeúntes por su franqueza sino también ha encendido un debate sobre la necesidad de una mayor regulación y medidas de control de la prostitución en la zona céntrica de Antofagasta.
La exposición pública de tarifas de actividades sexuales revela nuevamente la tensión existente entre los comercios, la comunidad local y los trabajadores sexuales. La falta de regulación y la visibilidad del comercio sexual en áreas residenciales y comerciales genera discusión sobre la forma en que se aborda este fenómeno en la ciudad.
Las autoridades municipales aún no han emitido declaraciones sobre el incidente o las medidas que se tomarán al respecto. Mientras tanto, cunde la preocupación entre los habitantes de Antofagasta por la imagen de la ciudad.