Este martes se cumplen 29 años del fatídico 30 de julio de 1995, que remeció la superficie de Antofagasta.
El reloj marcaba las 01:11 horas, cuando un movimiento telúrico se comenzó a percibir en las regiones de Antofagasta y Coquimbo.
De acuerdo a los registros del Servicio Geológico de Estados Unidos, el epicentro se localizó a 36 kilómetros al noroeste de la ciudad de Antofagasta, con unos escasos 46 kilómetros de profundidad.
La magnitud del sismo llegó a los 8.0, tuvo una duración de casi tres minutos y dejó un lamentable saldo de tres fallecidos, 58 heridos y un centenar de viviendas destruidas, además de totalizar unas 630 personas damnificadas en la región.
Uno de los casos más recordados de esa fatídica noche, es de Alex Manosalva, de 18 años, quien perdió la vida tras sufrir una gran caída en medio del terremoto, cuando acampaba con su grupo de scouts en la quebrada La Chimba.
En tanto, los lugares más dañados resultaron ser el edificio El Curvo, el Puerto, la Basílica Menor Corazón de María.
En tanto, un leve tsunami afectó las embarcaciones del Terminal Pesquero, además de inundar parte de la Ruta B-440, en sector Playa La Rinconada.