Pareciera ser que los ciudadanos antofagastinos nos estamos acostumbrando a oír promesas que auguran un futuro mejor para nuestra ciudad sin que éstas se vean efectivamente y de una vez por todas resueltas. Si hace algún tiempo la polémica regional se desató con el tema de la basura y posteriormente con los perros vagos, el protagonista en la palestra actual son los agujeros que abundan en nuestras calles. Estos numerosos y diversos hundimientos, fisuras y agujeros en el pavimento han resultado ser un gran dolor de cabeza para la Municipalidad de Antofagasta, quien en el año 2009 inició un intensivo programa de reparación a las calzadas dañadas gracias a la implementación de equipos de bacheo cuyo costo por unidad alcanzaron los 900 mil pesos.
Estos aparatos realizaron la labor de parchar cada agujero en un tiempo relativo de 30 minutos. La duración de estos parches es de dos años aproximadamente, ya que las condiciones de mantenimiento dependen directamente del tránsito vehicular al cual se encuentre expuesto.
Para nadie es un misterio que la capital de la segunda región registra un incipiente crecimiento de las ventas y tráfico de vehículos, los cuales, sumados a las condiciones climáticas, año a año dan cuenta de un evidente deterioro a las condiciones del pavimento. No hay que atar muchos cabos para comprender que las soluciones que se han implementado no resuelven la problemática esencial del asunto; evidentemente estos parches no corresponden a una solución concreta para la ciudadanía.
El deplorable estado de nuestras calles y veredas no sólo se trata de un problema estético, sino más bien en una situación que atañe directamente en los bolsillos de los antofagastinos, pues estos agujeros son los responsables de generar un progresivo daño a la estructura de los vehículos.
Los usuarios de este medio de transporte no sólo deben costear los daños provocados por las calles en mal estado, sino que también deben desembolsar año a año el costo del permiso de circulación, entendido este como el trámite legal que les permite a los automovilistas circular libremente por las vías y carreteras, lamentablemente, pese a la millonaria recaudación que se obtiene por medio de este trámite, las vías y carreteras que se ofrecen a los conductores son de pésima calidad.
En el año 2011 la Municipalidad destinó un monto aproximado de 187.547 millones de pesos en un contrato realizado con una empresa calificada para dar una solución definitiva a este problema, sin embargo, por diversos motivos, esta solución no se llevó a cabo por “dificultades” con el cumplimiento de los plazos estimados. Nuevamente Antofagasta saldaba las cuentas de una gestión mal realizada.
Los orificios que se observan en las principales calles y avenidas de Antofagasta dan cuenta de un problema que lleva años arrastrándose, los agujeros han alcanzado tamaños y profundidades preocupantes.
Muchos conductores se ven en la obligación de realizar maniobras arriesgadas para evitar dañar sus vehículos y los peatones deben tener cuidado a la hora de transitar por las calles cuando estas no se encuentran debidamente iluminadas, pues pueden ser víctimas de un accidente al caer o pisar mal alguno de estos agujeros.
Recientemente se dio inicio a una nueva gestión con el fin de dar solución a la problemática de los hoyos en la ciudad, gracias a una alianza entre el municipio y una empresa privada, se lograron reunir los recursos necesarios para dar inicio al tapado de hoyos de las calles más afectadas, una iniciativa que cuenta con una etapa preliminar cuya duración es de 15 días.
La alcaldesa electa de Antofagasta, Karen Rojo, afirmó recientemente que su gestión estará enfocada principalmente en solucionar estos problemas, para ello asegura ya estar trabajando con el Serviu y el Gobierno Regional, entidades con las cuales desarrollará una carta Gantt que guíe el trabajo en dos etapas; uno a corto plazo, que es el que actualmente se está llevando a cabo (tapar los hoyos con el pavimento en frío) y otro a mediano plazo, que es realizar una repavimentación de las zonas más afectadas.
El hecho de entregar una solución efectiva y concreta a esta problemática que concierne a la gran mayoría de población antofagastina no puede quedarse en las simples soluciones parches. Se deben llevar a cabo las discusiones y los estudios pertinentes que permitan desarrollar proyectos de pavimentación a largo plazo, los cuales cumplan efectivamente las demandas que exigen los usuarios de estas calles, no simples gestiones que sirvan para que el municipio sienta que ha cumplido a cabalidad esta necesidad que los antofagastinos solicitan.
Habrá que esperar para saber si la solución se hará presente este año que recién se inicia o tendremos que esperar a caernos en algún agujero durante el próximo gobierno.