El amor por los animalitos mueve montañas, es por eso que la Fundación Ángeles Guardianes lucha día a día por sacar adelante a sus refugiados, donde detrás de cada rescate hay horas de esfuerzo, desvelo y esperanza. Cada semana, las voluntarias deben velar por la alimentación, el cuidado y el bienestar de cientos de animales, además de cubrir los gastos veterinarios, pagar hogares temporales y seguir avanzando en la construcción del refugio que sueñan como un espacio digno para los más necesitados.
Sin embargo, la realidad no es fácil, ya que día a día llegan nuevos casos de abandono y maltrato, y junto con ellos, la urgencia de encontrar recursos para costear tratamientos, medicamentos, agua, alimento y más. A eso se suma la búsqueda constante de familias dispuestas a abrir su corazón a perritos grandes, pequeños y viejitos que aún esperan una segunda oportunidad.
Ante esta realidad, la fundación dio inicio a su campaña de octubre, que busca reunir más de $500.000 pesos para cubrir los principales gastos del mes: atención veterinaria, pago de hogares temporales y compra de alimentos. “Sabemos que no es fácil y, créannos, para nosotros tampoco lo es… pedir ayuda constantemente es incómodo y agotador, pero es la única forma de seguir adelante con esta hermosa y desafiante labor”, expresaron desde la organización.
¿Cómo ayudar?
Las personas que deseen apoyar pueden hacerlo con aportes desde $1.000 pesos, donando directamente a la cuenta de la fundación. Además, pueden conocer su trabajo, revisar comprobantes y ver a los peluditos que esperan a ser adoptados visitando su página en Instagram (@fundacion.angelesguardianes) y Facebook (Paola Pareja).
Porque cada ayuda, por pequeña que parezca, se convierte en alimento, tratamiento y esperanza para quienes no tienen voz, pero sí un corazón enorme esperando ser amado.
Campañas
Si bien la agrupación comenzó una nueva misión para costear los gastos de octubre, también mantiene campañas para darle una oportunidad a los perritos abuelitos y visitarlos en el refugio.
Por otro lado, se busca a empresas que estén interesadas por el bienestar animal de la ciudad y se unan con la Ley de Donaciones 21.440.
Además, se encuentra la urgencia de cubrir los costos asociados a la construcción de caniles para los pequeños, cuya suma alcanzó los 700 mil pesos.
Cada granito de arena suma en esta noble causa: una tarea difícil y aguerrida que no cualquiera está dispuesto a asumir, movida por la fuerza del amor hacia los compañeros de cuatro patitas y por las manos que ayudan desinteresadamente. Una causa que, ante la falta de apoyo de las autoridades, necesita más que nunca de la solidaridad de la comunidad; una causa para poner una patita en el corazón.