La animita de Evaristo Montt es uno de los lugares icónicos que hacen parte del sector Barrio Estación de Antofagasta, específicamente ubicada en calle Pedro de Valdivia con Montevideo. Casi una cuadra ocupa el muro que hace culto a este personaje, donde se puede observar una gran cantidad de placas con mandas de la ciudadanía y velas que decoran el lugar. Esto hace parte del ritual que se ha hecho famoso entre los antofagastinos y que hoy lo ubica como una de las animitas más grandes de Chile.
El barrio, fue construido alrededor de las instalaciones de la empresa de Ferrocarriles de Antofagasta Bolivia (FCAB), buscando plasmar la historia de los trabajadores ferroviarios y sus familias. Es por esto, que la animita de Evaristo se posiciona en la zona, tras el impacto que la empresa tuvo en la vida de este humilde cuidador de trenes y todo lo que vino después de su partida.
HISTORIA DE EVARISTO MONTT
La madrugada del 16 de Julio de 1924, en la Estación Norte de la empresa de Ferrocarriles de Antofagasta a Bolivia, se encontraba al interior un tren que contenía petróleo, el cual estaba a punto de partir con destino a las oficinas salitreras cuando explotó el caldero de la locomotora, causándole la muerte a cuatro trabajadores de la empresa, y entre estos al sereno José Evaristo Montt, de 36 años, quien dejó a su esposa y cinco hijos.
Evaristo se encontraba junto a la locomotora para transmitirle al maquinista la orden de partida del tren cuando se generó la explosión. La detonación del caldero se sintió en toda la ciudad, causando revuelo entre los vecinos del sector, quienes salieron a ver lo que había sucedido. En la zona se encontraron restos humanos y partes de la locomotora. Según un archivo del portal Memoria chilena de la Biblioteca Nacional digital de Chile, relata que trozos de fierro de la máquina fueron encontrados a 2000 metros de distancia del punto donde se produjo el suceso.
Ante este fatal accidente, se reunió la Unión Ferroviaria, a la cual pertenecían las cuatro víctimas, con el objetivo de paralizar totalmente las faenas del tren Antofagasta a Bolivia, en señal de reclamo y duelo por la muerte de los trabajadores. Se convocó a todas las secciones de la Pampa y Mejillones, para que de igual forma se movilizaran ante este hecho y brindar homenaje a los mártires.
Los cuerpos, fueron trasladados al local del Teatro Obrero y se informó a través de la prensa a todas las instituciones para que acompañaran los restos. También, se pidió que se suspendieran las faenas en la tarde, como sinónimo de solidaridad. Llevando a cabo solemnes funerales que contaron con una masiva convocatoria.
Este accidente impactó de forma especial en la ciudadanía por la magnitud, pues se dice que algunas partes del cuerpo de Montt habrían caído justo donde hoy se encuentra la larga muralla en conmemoración a este personaje. “Gracias Evaristo por favores concebidos”, “aún sigues presente Evaristo”, son alguna de los agradecimientos y peticiones que hoy podemos encontrar colgados en el lugar, y que no pasa desapercibido, ya que al llegar la noche la animita se ilumina con velas que sustentan la devoción ante este ente. “El pueblo siente cercanos a los muertos trágicos. A ellos se acerca, se detiene como un descanso, como pausa de respeto y fe. Las características de esta tragedia, la muerte de este hombre tiene repercusión en el espíritu del pueblo”, expone el archivo del portal Memoria chilena, escrito por Oreste Plath.
