Con nuestra primera edición impresa de los Diarios Antofagasta, Calama y Tocopilla que comenzarán a circular en los kioscos de la Segunda Región, a un valor de $500 pesos, puedes también adquirir la nueva obra de Juan Rudolffi: Nostalgia de Lupanar, escritos que te llevarán a la nostalgia, a ligarte con el sentir de quien escapa, de quien lucha, de quien se transforma y puede escribir poemas en la noche, quizá en la calma, la tristeza, la locura o la cordura en un mundo donde lo cierto es muchas veces falso, donde lo verdadero es falso, donde el silencio es ruido y la música puede ser un libro.
Este libro, cuyo valor comercial será de $5.000 puede ser adquirido en forma especial con la compra de tu edición impresa de los Diarios Antofagasta, Calama y Tocopilla a un valor rebajado, esta instancia podrá ser el impulso de la prensa independiente y de la pluma joven.
ACERCA DEL AUTOR.
Juan Pablo Rudolffi Ugarte, chileno, nacido en el desaparecido campamento minero de Chuquicamata. Hijo y nieto de profesores y mineros. Realiza sus estudios básicos y medios en la ciudad de Calama de la que emigra a la edad de 18 años. Inicia su carrera como escritor a los 19 años y obtiene sus primeras publicaciones digitales por la editorial de Cumshotrecords, (dentro de ellas “pupilas tristes” y “Recolección inhumana). El año 2011 publica su primera novela “Tierno Resplandor” instalándose con ella entre las plumas nacionales, el 2013 publica “sabor a frutilla” (cuentos cortos). “Nostalgia de Lupanar” es el primer poemario impresa del autor, publicado por la editorial de El diario de Antofagasta.
PROLOGO DE NOSTALGIA LUPANAR EN EXCLUSIVA.
Adjuntamos el prólogo de esta gran obra, desarrollada por Pablo Orellana G, quien es Escritor y miembro de la Sociedad de Escritores de Chile, coautor de los libros “Esbozo del Surgimiento del Capitalismo y de la Clase Obrera en Chile”, “Boletín del Instituto Nacional: Edición conmemorativa del Bicentenario del Instituto Nacional 1813-2013”. Actualmente es colaborador del semanario El Siglo, revista Pluma y Pincel y revista Nerudiana de la Fundación Pablo Neruda.
Prologo
Cuando en medio de los sobresaltos de los tiempos se asoman yermos horizontes, es que cantan con más fuerza la voz y la palabra de los poetas para traernos la esperanza de que aún nos quede la belleza para salvarnos.
El poeta Juan Pablo Rudolffi, en su inagotable búsqueda en medio de la nostalgia, trasunta las posibilidades, pero el objetivo es redundar la gloria de un instante, ese beso de la mujer que fue en su boca flor de un día; beso y besadora irremediablemente irrepetibles. Pero ¿es posible la misma gloria dos veces?, responderíamos que no, pero Rudolffi nos regala el enigma al menos:
Deja una rama de diástoles en las salidas
Deja una siembra, una sencilla estrella para mí
Te escribo esta carta de invierno, porque la vez próxima
En el último encuentro
Ya estaremos secos y viejos…
Aunque el poeta se nos presente en la imaginación como el cristo de los dolores, no el angustiado del huerto sino el de las llagas y la herida profunda de las lanzas, sangrante por las hendiduras, apreciamos cómo su poética grita resplandeciente para adormecer la herida. Luego, sabremos, vendrá rápida la podredumbre, y esta vez el poeta aspira salvarse, no se quiere mártir.
En otras épocas, otros poetas, sentaron a la virgen en el retrete, sumergieron a venus en el pudridero. Rudolffi, en acto de justicia, glorifica a la prostituta, le da un lugar fuera de las tinieblas porque esta vez el poeta es víctima de sus propias sombras.
Es como el loco, que sin curarse de locura, quiere liberarse y salir de los manicomios para, quien sabe, escribir poemas de madrugada.
Pablo Orellana G.