La Fundación Desierto de Atacama se encuentra trabajando y buscando aliados con el objetivo detener la destrucción de un patrimonio único en el mundo y también preservarlo: Los Geoglifos de Chug Chug.
El arqueólogo dr. Gonzalo Pimentel, el licenciado en antropología, Tomás Sepúlveda y la conservadora arqueológica Paulina Illanes, se reunieron con el senador Alejandro Guillier para presentarle la preocupación y sumarlo a la tarea de proteger y preservar los sitios patrimoniales.
Los profesionales presentaron el panorama preocupante de lugares que carecen de protección y que ponen en serio peligro el patrimonio. El paso del Dakar, el avance de la industria minera y otras acciones han perjudicado sitios como Chug Chug, comunidades aymaras de Quillagua y Ayllus de Calama, entre otras.
La Fundación Desierto Atacama de es una institución autónoma y sin fines de lucro que desarrolla un trabajo asociativo e interdisciplinario en aras de la investigación, conservación y puesta en valor del patrimonio material e inmaterial en el norte de Chile, convocando e integrando a investigadores, profesionales y comunidades locales.
Desarrolla iniciativas de investigación, conservación y puesta en valor del patrimonio arqueológico en peligro en conjunto con comunidades locales, dada su importancia científica, cultural, educativa y ambiental para los habitantes de las regiones nortinas. Su foco principal es la creación del Parque Arqueológico Geoglifos de Chug-Chug en un área solicitada al Ministerio de Bienes Nacionales como concesión y destinada a la conservación y uso sustentable bajo la figura de Bien Nacional Protegido. Este proyecto cuenta con el patrocinio y apoyo formal del Consejo Autónomo Ayllus Sin Frontera, la Comunidad Indígena Aymara de Quillagua y el Consejo de Monumentos Nacionales. El área de Chug-Chug ha sido incluida en la lista de 50 sitios en peligro del World Monuments Watch 2016, siendo esta Fundación la institución nominadora.
Riqueza patrimonial
El senador Guillier agradeció la invitación a participar de la cruzada y se sumó al plan de trabajo para proteger a los geoglifos y de paso integrarlos a lo que hoy se denomina el turismo de intereses especiales.
Comentó “la enorme riqueza que tenemos en la región como las rutas de las caravanas que iban dejando una crónica de los pueblos. Es la historia viva de Antofagasta, mucho antes de la llegada de los españoles. Era un comercio de las zonas andinas al mar, con mucho intercambio de productos. Eso está en los cerros que hoy desgraciadamente lo estamos destruyendo”.
Agregó que “hay mucho que mostrar. Cada día aumentan los visitantes que no buscan playas o resort, sino que quieren conocer la historia del mundo y lo que tenemos en los geoglifos es único en el mundo. En esta cadena virtuosa la unimos con San Pedro de Atacama, la salitreras, el cobre y el desierto”.
En el plan de trabajo se buscará llegar a los ministerios respectivos, a las autoridades y entidades que quieran sumarse a la tarea de preservación del patrimonio y la historia de la Región de Antofagasta.