Un estadio repleto de naranjas y con un puñado de fanáticos verdes, fue el testigo perfecto de un heroico triunfo de Cobreloa sobre Santiago Wanderers, en un encuentro marcado por la mala actitud de los visitantes y el paupérrimo desempeño del árbitro.

Minuto de Silencio

Uno de los peores momentos dentro del partido se vivió cuando se pidió un minuto de silencio por un hincha de los “Zorros del Desierto” fallecido, el cual no fue respetado por la hinchada wanderina, quienes incluso pifearon el momento.

Falta de pelotas 

Las pierna fuerte y las faltas por parte del cuadro de Valparaíso no se hizo esperar, lo que provocó una constante interrupción en el juego, los cuales fueron cobrados en su mayoría por el referí del duelo pero escasamente amonestado con tarjeta amarilla, lo que produjo que varios jugadores visitantes jugaran “gratis” durante los 90 minutos. Además, las jugadas divididas siempre fueron favorecidas para la visita, lo que produjo el enojo de los hinchas de Cobreloa.

El encuentro estuvo detenido un par de minutos, pues los fanáticos de la entidad porteña, no devolvieron jamás las pelotas que caían en la galería visita, finalmente solamente regresaron una.

Tras el empate naranja, al desesperación de los verdes se hizo notar en forma de infracciones, empujones y hasta patadas cobardes, lo que colmó la paciencia de los jugadores y la banca naranja, quienes cerca del final del encuentro reclamaron airadamente al cuarto árbitro, lo que terminó con una enfrentamiento en el campo de juego.

Patadas a las rejas

El gol del triunfo de Cobreloa terminó por hacer perder la paciencia de los hinchas wanderinos en cualquier punto del Estadio Zorros del Desierto, incluso en la parte VIP del recinto, en donde un par de fanáticos verdes comenzaron a patear las rejas del sector.

Finalmente, el cuadro calameño ganó en la cancha y en las graderías, en donde demostraron ser un club que merece estar en la división de honor del fútbol chileno.