El respeto del gobierno por La libertad de prensa y expresión en Chile nuevamente queda en duda ante los ojos del mundo, luego que el propio Presidente de la República, Sebastián Piñera, evadiera responder una pregunta sobre el fallecido dictador Augusto Pinochet y pusiera abrutamente término a una entrevistas con la cadena BBC de Londres.
El mandatario respondía con calma una pregunta respecto a la educación, en donde insitía en defender el modelo educativo implantado por la dictadura militar, cuando vino la pregunta sobre la autorización del gobierno al homenaje a Pinochet, a pesar de que grupos de derechos humanos y familiares de desaparecidos durante el gobierno de Pinochet pidieron al presidente que prohibiera el homenaje.
“La pregunta que BBC Mundo quiso plantear a Piñera era precisamente si ese tipo de actos deben permitirse en nombre de la libertad de expresión, pese a que reivindiquen un gobierno que, según estimaciones oficiales, mató unas 3.000 personas.Pero cuando la interrogante era planteada, una funcionaria de comunicación de la presidencia chilena intervino abruptamente frente a la cámara, declarando cerrada la entrevista y Piñera comenzó a retirarse”, explicó la cadena.
“En ese momento, ni Piñera ni sus asesores rechazaron que se formulara lo que se anunció como “una última pregunta muy puntual”. Las objeciones sólo surgieron cuando se supo de qué se trataba la inquietud”, agregan.
El acto, que incluía un documental reivindicativo del gobierno militar de Pinochet (1973-1990), provocó la protesta callejera de detractores del general que chocaron con la policía, con varios heridos y detenidos.
El episodio mostró cómo la figura de Pinochet aún causa divisiones en la sociedad chilena casi cuatro décadas después del golpe de Estado que lideró contra el presidente Salvador Allende y también como los asesores de palacio buscan a toda costa que no se hable de ese tema, algunas veces pasando por encima de toda lógica y poniendo en entredicho a todo el país.
Este impasse generó molestia en la cadena internacional por evidenciar un nulo respeto a la libertad de prensa y de expresión, pero también las inmediatas burlas en las redes sociales, especialmente twitter, donde miles de chilenos formlulan en tono irónico sus preguntas, que probablemente también incomodarían al Presidente y su equipo, que además reveló claras diferencias entre el discurso que sostiene Piñera en Chile y en el extranjero.
