Nuevos documentos desclasificados por los Estados Unidos revelan que Agustín Edwards, propietario del periódico El Mercurio, jugó un papel crucial en la preparación del golpe de estado chileno.
Los documentos, publicados por Ciper, revelan que el entonces presidente Richard Nixon se reunió con Edwards en la Casa Blanca el 15 de septiembre de 1970, solo unas horas antes de ordenar a la CIA intervenir en Chile. Edwards también informó a la CIA sobre las exigencias de los militares chilenos que estaban dispuestos a participar en el complot. Estos registros forman parte de la versión actualizada del libro “Pinochet desclasificado” de Peter Kornbluh.
La reunión entre Nixon y Edwards, que no se conocía hasta ahora, no fue registrada en la agenda oficial de la Casa Blanca, pero sí en la agenda interna del presidente. La información fue extraída de este documento recién desclasificado por Estados Unidos y está incluida en el libro de Kornbluh, quien es director del National Security Archive, una organización sin fines de lucro que trabaja para desclasificar documentos oficiales de los Estados Unidos.
Se sabía que Edwards, quien murió en 2017, se reunió con el entonces director de la CIA, Richard Helms, para solicitar el apoyo de Estados Unidos para una acción militar que evitara que Salvador Allende asumiera el poder. También se sabía que El Mercurio recibió financiamiento de la CIA en la década de 1970 y que fue utilizado como un medio de propaganda para desestabilizar la Unidad Popular. Sin embargo, lo que no se conocía hasta ahora es que Edwards se reunió con Nixon en la Casa Blanca.
En otro documento desclasificado, se revela que Edwards también se reunió con oficiales de la CIA y proporcionó información sobre los militares chilenos dispuestos a participar en el complot.
Kornbluh ha trabajado durante décadas en la desclasificación y publicación de documentos estadounidenses sobre Chile. Gracias a su trabajo, ahora se conoce en detalle la intervención del gobierno de Nixon y la CIA contra el gobierno de la Unidad Popular. Su trabajo está resumido en su libro, que fue publicado por primera vez en 2003 y ahora ha sido relanzado para conmemorar el 50 aniversario del golpe de estado.
El día del golpe, Edwards desayunó con el entonces asesor de Seguridad Nacional, Henry Kissinger, el director general de Pepsi-Cola, Don Kendall, y el fiscal general John Mitchell en la Casa Blanca. Más tarde, Edwards tuvo una reunión no registrada con Nixon en el Despacho Oval. Pocas horas después de la reunión, Nixon ordenó a la CIA intervenir para evitar que Allende llegara al poder en Chile.
Los documentos desclasificados proporcionan un registro detallado de la conspiración contra Allende y el papel que desempeñaron tanto los Estados Unidos como actores internos en Chile. El libro de Kornbluh aporta nuevos detalles a este episodio oscuro de la historia chilena y estadounidense.