El caso de torturas ocurrido en el Hospital Base de Osorno dio un nuevo giro este viernes 05 de septiembre, luego de que el cuarto funcionario implicado se entregara voluntariamente en el Juzgado de Garantía de la ciudad, completando así la captura de todos los involucrados en uno de los episodios más graves de maltrato laboral conocidos en la salud pública chilena.
La Fiscalía de Osorno, en conjunto con la Policía de Investigaciones (PDI), confirmó la detención de los cuatro exfuncionarios, identificados como Rodrigo Reyes Melo, Jairo Báez Huaiquián, Erardo Gallardo Alarcón y Jhonatan Navarro Guerrero, todos ingenieros informáticos que trabajaban en el hospital entre 2018 y 2020, periodo en que habrían cometido los abusos.
Según antecedentes revelados por BioBioChile, las agresiones incluyeron vejámenes físicos y psicológicos, los cuales fueron registrados en videos que recientemente salieron a la luz pública. La fiscal jefe de Osorno, María Angélica de Miguel, informó que este viernes se llevará a cabo la formalización de los cargos contra los acusados.
El Ministerio de Salud, por su parte, confirmó la destitución inmediata de los cuatro funcionarios, expresando su condena categórica a lo ocurrido y asegurando que colaborará activamente con la investigación para que se apliquen las máximas sanciones.
En declaraciones a la prensa, el abogado del último detenido señaló que su defendido busca colaborar con la investigación y aclarar los hechos, aunque advirtió que podrían existir discrepancias en la calificación jurídica que se aplique.
El caso ha generado conmoción nacional y abrió un debate sobre las falencias en los procesos de supervisión al interior del sistema de salud, que permitieron que estos actos se mantuvieran en la impunidad durante años.