“Pobechito, ¡ay, hinzchpeter, pobechito, tiene bullying!”, dijo el Senador Ricardo Lagos Weber, mientras que Guillermo Teillier destacó que Hinzpeter “no tiene la conciencia limpia” por la realización de montajes como el Caso Bombas y el Caso FARC.
Con humor se tomaron en las diferentes tiendas opositoras, la actitud de víctima asumida por el Ministro Rodrigo Hinzpeter, quien como respuesta ante las críticas en su contra, dijo ser víctima de “bullying”.
El Senador Ricardo Lagos Weber, se burló de la actitud del titular de interior, quien es sindicado como el principal artífice de la violenta represión contra las marchas estudiantiles, y pidió a Hinzpeter “Que sea humilde. El presidente Piñera le salvó la vida en el último ajuste ministerial, poniendo a toda la UDI en el gabinete para salvar el asiento al señor Hinzpeter”.
“El presidente llama a la unidad y él dice que los izquierdistas ahora en Chile quieren poner bombas. Le falta seriedad. Está hace rato mal evaluado por la ciudadanía. En vez de abocarse al tema de la delincuencia ahora dice que tiene bullying… pobechito, ¡ay, hinzchpeter, pobechito, tiene bullying!”, remató en declaraciones citadas por el semanario Cambio21.
Montajes
Por su parte el diputado comunista, Guillermo Teillier, señaló que Hinzpeter “no tiene la conciencia tranquila, por no decir que no tiene la conciencia limpia, porque evidentemente aquí hay montajes y él ha sido parte de esos montajes, él ha inventado el caso bombas, el caso FARC y otros en los que ha estado directamente implicado”.
“No sería raro que él estuviera detrás de las declaraciones del ministro de Justicia amenazando a los jueces y creo que él es una persona que cree que porque está al frente de los servicios represivos tiene una especie de poder omnímodo”.
Todo indica que la polémica por la estrategia asumida desde La Moneda de priorizar temas de seguridad pública para dejar en segundo plano otras demandas sociales seguirá en aumento, ya que el titular de interior insistió en dar suma urgencia a la “Ley Antitomas”, también denominada “Ley Labbé”.
