A penas privativas de libertad y una millonaria multa se expone un vecino de la población Miramar, de Antofagasta, tras ser sorprendido por funcionarios de Carabineros y Aduanas comercializando cigarrillos de contrabando por redes sociales.

El Director Regional de la Aduana de Antofagasta, Braulio Cubillos Segovia, explicó que la labor responde al rol de protección para evitar todo tipo de contrabando. “Gracias al trabajo conjunto de nuestra Unidad de Análisis de Riesgos y la Sección de Investigación Policial de la Tercera Comisaría de Carabineros se perfiló un eventual delito a través de redes sociales. Fue así como se llegó hasta un inmueble donde se acopiaban cartones de cigarrillos ingresados ilegalmente al país”.

Mediante una orden de entrada y registro los fiscalizadores accedieron a un inmueble donde hallaron 960 cajetillas de la marca Carnival en sus versiones Silver, Blue, Red y Green, además de cajetillas de las marcas Pine Blue, Random Five e Esse Change. El propietario de la vivienda, el ciudadano peruano J.A.B.C., no pudo explicar ni acreditar la legal internación al país de los cigarrillos, por lo cual fue denunciado por el delito de contrabando y quedó apercibido.

El aforo estableció que los derechos dejados de percibir ascienden a $2.666.080 y el Departamento de Asesoría Jurídica de Aduanas presentará una querella por el delito de contrabando.

Los que resulten responsables del contrabando arriesgan penas de presidio menor en su grado medio a máximo y una multa que va desde 50 a 300% de los derechos y gravámenes dejados de percibir. A ello se suma el comiso y la destrucción de los cigarrillos.