Desierto Azul es una organización de la ciudad de Antofagasta, dedicada principalmente a la educación medioambiental, de manera presencial y virtual, que busca concientizar mediante actividades de limpieza de playa y talleres de diversidad marina. Además de generar contenido digital para la divulgación de las ciencias, visibilizando y fomentando la participación de la comunidad.
Su principal objetivo es que, “más personas se interesen por la protección de la diversidad marina, que puedan ver a través de nuestros ojos y que conozcan todas las maravillas que guarda el océano”, indicó Maritza Fajardo Escobar, secretaria y encargada de Proyectos y Diversidad Marina de Desierto Azul.
La génesis de una iniciativa:
“Dado la problemática medioambiental que hoy enfrentamos, quisimos aportar con un granito de arena, tratando de enseñar y educar a la ciudadanía a que cuiden su entorno, ya que este es un deber y una responsabilidad de todos”, explicó Maritza Fajardo.
A la cabeza de este proyecto ecológico se encuentran cuatro mujeres, Ecólogas Marinas de la Universidad de Antofagasta. En la dirección, Maritza Malebrán Jiménez; la subdirectora y encargada de comunicaciones, Marcela Martínez Galleguillos; como tesorera y encargada de economía circular, Carla Campusano; y finalmente, Maritza Fajardo Escobar, secretaria y encargada de proyectos y diversidad marina. Además de contar con un gran grupo de voluntarios de diversas áreas, quienes son “pilares fundamentales al momento de desarrollar actividades e iniciativas”, indicó Fajardo.
El Reciclaje de Colillas de Cigarro
El filtro de cigarro acumula sustancias nocivas del tabaco, que se transfieren al suelo o al agua, afectando a la salud humana y la biota asociada, ya que “una sola colilla de cigarro puede contaminar 50 litros de agua dulce y hasta 10 litros de agua de mar, sin contar el hecho de que la colilla está fabricada de un derivado de petróleo llamado acetato de celulosa”, señaló Maritza Fajardo.
Es por esto, que “hemos desarrollado nuestra misión a través de la educación ambiental a la comunidad. A través de las actividades realizadas, es que logramos identificar la problemática de las colillas de cigarro en el borde costero, siendo éste el mayor residuo encontrado en las playas y espacios públicos” de la comuna de Antofagasta, informó Fajardo.
Motivos que llevaron a la organización, Desierto Azul, a enfocarse en el impacto que causaban las colillas de cigarro en los ecosistemas marinos. Llevándoles a realizar varias campañas de recolección de colillas e instalación de colilleros en el borde costero de Antofagasta para su posterior reciclaje.
“Nuestra meta es que la colilla no vaya al piso, que tenga una disposición final adecuada y que luego pueda ser revalorizada mediante el reciclaje”. Debido a esto, es que hoy “somos los únicos gestores de reciclaje de colillas de cigarro de la segunda región”, afirmó Fajardo.
¿Cómo puede la comunidad reciclar sus colillas de cigarro?
Desde Desierto Azul, indicaron que se encuentran instalados ceniceros en varios puntos de la costanera de Antofagasta empezando desde Parque Croacia hasta playa Trocadero. Por lo que, “hacemos un llamado a toda la comunidad a ocupar estos ceniceros adecuadamente y seguir juntando sus colillas en casa para ser recicladas”, indicó la ONG.
La forma adecuada para reciclar las colillas es en envases de vidrio reciclados o botellas plásticas limpias y secas, que una vez llenas, deberán comunicarse con la organización a través de sus redes sociales.
La Comunidad de Antofagasta
“Creemos que día a días son más las personas dispuestas a ser agentes de cambios, casi a diario nos escriben para pedir información, sobre actividades medioambientales o sobre puntos de reciclajes. Sabemos que quizás no podremos llegar a todos, pero nos enfocamos en aquellos que sí están dispuestos a tomar acciones, y en las nuevas generaciones que son quienes heredarán el desequilibrio que hemos generado con nuestros malos hábitos”, se refirió Fajardo.
Desde la organización aseguraron con gran pesar la crisis de contaminación que atraviesa la comuna. “Hemos sido ganadores 4 veces consecutivas con el premio a las playas más sucias del país (tristeza)”. Sin embargo, destacan la conciencia que la comunidad está tomando acerca de las consecuencias que acarrea este “premio” de la ciudad.
Dado a que, “hemos visto nacer y crecer con fuerza a muchas organizaciones medioambientales que comparten muchos de los ideales que tenemos y eso nos da más fuerza para no rendirnos. Somos testigos del empoderamiento, de unos pocos, que logran mover masas y ser buenos líderes”, destacó Desierto Azul.
Es por todo esto, que hacen un llamado a que la comunidad para que “sigan apoyando las actividades medioambientales, todo suma, que gestos tan simples como segregar nuestros residuos, tirar la basura en los basureros, acudir a limpiezas de playas, tienen un gran impacto y que no permitan que otros los desaliente o minimicen sus acciones”.
Mientras que, les “hacemos un llamado a las autoridades en trabajar en conjunto con nosotros, en apoyarnos en los proyectos que estamos realizando y los que vienen a futuro, nosotros contamos con todas las ganas y conocimientos para ser un gran aporte para la región en la educación ambiental para toda la comunidad”, concluyó Maritza Fajardo de Desierto Azul.