Grupo de profesionales de la UA realiza importantes investigaciones en invernadero de esta institución para el desarrollo de distintas hortalizas.
La posibilidad de producir alimento, especialmente hortalizas de alta calidad, resulta hoy en día de gran importancia en zonas altamente pobladas como Antofagasta; sin embargo su factibilidad está limitada por el rápido crecimiento de la ciudad y de la industria utilizando la mayor parte de los suelos cercados a los centros urbanos.
La reducción del espacio para el riego y el aumento de las exigencias del mercado en calidad y sanidad de las hortalizas, especialmente las de consumo en fresco, han hecho que las técnicas hidropónicas de cultivo sean potencialmente atrayentes.
Para ello, profesionales del Instituto Antofagasta de Recursos Naturales Renovables de la Universidad de Antofagasta participan en proyectos de investigación para difundir la producción de hortalizas mediante cultivos hidropónicos, preferentemente la lechuga, utilizando agricultura limpia o sustentable en el mismo desierto ubicado en el invernadero ubicado en el campus Coloso de la UA.
En este sentido ya se ha realizado una primera producción de lechugas que fue donada a instituciones de caridad como el Hogar Don Orione, además de servir para distintas investigaciones sobre su proceso de reproducción y crecimiento.
La hidroponía es un método utilizado para cultivar plantas usando soluciones minerales en vez de suelo agrícola.
El invernadero que actualmente mantiene la Universidad de Antofagasta es un espacio disponible para la comunidad universitaria creando las condiciones ambientales relativamente controladas para la protección de cultivos con finalidad docente o investigadora. Sus instalaciones fueron renovadas recientemente y su principal producto de producción en la actualidad es la lechuga.
Técnicas
Juan Rojas, Ingeniero Agrícola de la Universidad de Antofagasta, nos comenta las funciones y características de este invernadero que es uno de los sectores más destacados dentro del campus. “Tenemos tres sistemas de cultivos el de raíz flotante, sistema de sustrato en base a ripio y arena, además de un tercer sistema NFT (Nutrient Film Tchnique) que se basa principalmente en la reducción de costos y comprende una serie de diseños, en donde el principio básico en la circulación continua o intermitente de una fina capa de solución nutritiva a través de las raíces, por una serie de canales de PVC, polietileno o poliuretano, de forma rectangular llamados canales de cultivo. Esta recirculación mantiene a las raíces en contacto permanente con la solución nutritiva, favoreciendo la oxigenación de las raíces y un suministro adecuado de nutrientes minerales para el desarrollo de las plantas”.
Rojas afirmó que por ahora sólo se está trabajando en el tratamiento de la lechuga, cuyo proceso de cosecha demora casi 50 días y que tiene un tiempo de una semana para su consumo. Además uno de los objetivos principales es traspasar todos estos conocimientos a los pequeños agricultores que trabajan especialmente en el sector de La Chimba, aquí en Antofagasta.
Se sostuvo que también se está trabajando en baja escala en productos como los berros, el brócoli y la frutilla.
Por su parte, Patricio Morales, director del instituto sostuvo que en este espacio las hortalizas crecen sanas y vigorosas. Y es que contra lo que desde el resto del país se pueda pensar, Antofagasta cuenta con condiciones privilegiadas para la agricultura. El suelo es uno de los más caros de Chile, el agua escasea, sin embargo es el clima su mayor fortaleza que gracias a sus temperaturas cálidas, sin heladas ni los fuertes calores de la zona central, permite un desarrollo privilegiado de frutas y verduras.
Así lo han logrado comprobar y es que a través de la hidroponía se ha ido estudiando y perfeccionando el cultivo bajo las modalidades de hidroponía en agua y en sustrato (arena) que permitirá el perfeccionamiento de un sistema que cada día crece más y mejor, aseguró el docente.
