Menos centralismo, dos nuevos hospitales para la región, mejoramiento del Agua Potable y un ingreso ético familiar, fueron algunas de las promesas que Sebastián Piñera realizó como candidato el año 2010. Sin embargo, su última cuenta pública regional destacó por la omisión de estos temas y la ausencia de la mayoría de los alcaldes de la región, que no fueron invitados por mostrarse disconformes con su gestión.
Ni por los dos nuevos hospitales que prometió en campaña pero que todavía no se construyen, o un cambio en el modelo educativo que permita aliviar el endeudamiento de miles de familias, se recordará al Presidente Sebastián Piñera en la región de Antofagasta, a pocos días de su salida de La Moneda.
Si, por la construcción de una gigantesca cárcel con capacidad para 1.160 reclusos y que costó más de 55 mil millones de pesos o si lo prefiere, el equivalente a pagar casi dos veces la deuda del gobierno con la región o la gratuidad en sus carreras universitarias para 5.500 jóvenes, suponiendo que los estudios de cada uno costaran 10 millones de pesos.
Este y otros temas fueron los que quedaron de manifiesto en la última cuenta pública regional, realizada por el Primer Mandatario en la Biblioteca Regional. Una ceremonia donde la principal noticia no fueron precisamente los anuncios o enumeración de logros, sino el que se excluyera y no se invitara a la mayor parte de los alcaldes de la región, quienes se sienten disconformes con su gestión, además de importantes temas que fueron omitidos.
Así es como no se mencionó una sola palabra respecto a la deuda que el estado chileno tiene con la región de Antofagasta. Una situación muy diferente a lo que sucedía cuando el Primer Mandatario era candidato y anunciaba menos centralismo y la creación de un Fondo de Desarrollo para el Norte (FONDENOR) que permitiera que mayores recursos del cobre permanezcan en las zonas productoras, como compensación de los efectos sociales y medioambientales que genera la extracción de recursos naturales.
“Yo voy a ser el presidente de las regiones. Voy a terminar con este absurdo de concentrarlo todo en Santiago y dejar a las regiones como patio trasero. Dentro de ese proyecto para fortalecer a las regiones está el Fondo de Desarrollo para el Norte”, prometía en ese entonces Piñera.
En la actualidad, la Región de Antofagasta es la principal fuente de divisas para el país y fuente de enriquecimiento para inversores extranjeros. Sin embargo, adolece grandes falencias en salud, educación e infraestructura, producto de que la mayor parte de las utilidades son llevadas por empresas extranjeras, mientras que el resto es enviado a Santiago, desde donde solo una pequeña parte retorna a la región con mayor costo de vida en el país.
Las otras promesas sin cumplir
La construcción de dos nuevos Hospitales en la Región, la plantación de 770.000 árboles, un ingreso ético familiar, desarrollo de la pesca y proyectos para mejorar el Agua Potable, son algunas de las otras promesas de campaña del Presidente con la región.
Estos compromisos del mandatario, fueron realizados públicamente el 6 de Enero del 2010, en medio de un masivo acto realizado en La Perla del Norte, a pocos días de la segunda vuelta presidencial.
En la historia quedó escrito que 49.536 antofagastinos le creyeron y votaron por él. 54.381 votaron por Eduardo Frei y más de 190 mil habitantes de la ciudad en edad de votar, prefirieron no hacerlo o no inscribirse en los registros electorales, ya que según proyecciones oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas, Antofagasta contaba a la fecha con una población de 423.419 personas, 290 mil de ellas mayores de 18 años.
No obstante, asumido el gobierno también existieron nuevas promesas que terminarían solamente en los anuncios. Una de ellas, es la finalización de la reconstrucción de Tocopilla, que desde el año 2007 al 2010 tuvo un avance de un 73%, mientras que a la fecha aún no finaliza el 27% restante en lo que ice relación a viviendas, mientras que la ciudad en la actualidad posee un liceo en ruinas y está con su principal plaza pública cerrada.
También quedó registrado el compromiso de buscar opciones para reducir el costo de los viajes en las autopistas concesionadas, ya que no existen vías alternativas, hecho que atenta contra el derecho constitucional de transitar libremente por las calles del país. No obstante, a la fecha las tarifas siguen subiendo.