La inequidad de género es evidente en un país como Chile, donde los salarios son más bajos para las mujeres en comparación a los hombres, existe discriminación a la mujer en el sistema privado de pensiones, también en los planes de salud y otras múltiples materias.
Sin embargo los brutales crímenes y femicidios cometidos en el último tiempo en contra de mujeres tales como el de la joven de 16 años Lucía Pérez que fue drogada, violada y empalada en la ciudad costera de Mar de Plata, Argentina; fueron la gota que derramó el vaso y ha dado origen a un movimiento social y cultural que seguirá dando que hablar exigiendo el fin de la cultura de machismo y conservadurismo que se arrastra durante décadas en el país.
Es así como en todo Chile fueron centenares de miles de mujeres y también hombres, quienes bajo la consigna #NiUnaMenos repletaron las calles pidiendo fin a la violencia en contra de las mujeres, pero también que se consagren más políticas para asegurar la igualdad de género en todos los ámbitos y que el país se decida a realizar avances concretos en el ámbito de los derechos sexuales y reproductivos, considerando que en el país sigue vigente una Constitución que entre otros abusos, establece principios morales y religiosos en los cuales se estipula que las mujeres ni siquiera son consideradas dueñas de sus propios cuerpos.
La región de Antofagasta no se quedó atrás y fueron miles las personas que salieron a las calles a expresar su repudio al machismo, la misoginia de algunos hombres y partidos políticos conservadores o ultrareligiosos, con la realización de dos marchas que repletaron las calles céntricas.
En Calama centenares de mujeres se tomaron las calles respaldando la jornada de movilizaciones, destacando la presencia de mujeres y hombres de todas las edades quienes exigieron que los celos y otras formas en la que los hombres se sienten “dueños” de las mujeres, siga cobrando víctimas.
Por su parte en Tocopilla también hubo marcha, siendo la remodelada plaza de la comuna el punto de encuentro donde decenas de personas se sumaron a la jornada de movilización.
La idea del paro de mujeres fue tomada del icónico 24 de octubre de 1975 de Islandia, cuando se realizó el primer “Día Libre de la Mujeres”. En esa ocasión más del 90% de las mujeres estaban en huelga, paralizando por completo el país, los bancos, las escuelas y las tiendas.
Cinco años después se convirtió en el primer país del mundo en elegir democráticamente a una mujer como Presidenta y actualmente encabeza el Índice Global de la Brecha de Género del WEF desde 2009, lo que significa que es el país del mundo donde hay más igualdad entre mujeres y hombres.