Un fenómeno recurrente en la temporada estival en las costas de Antofagasta, es el cambio de coloración en el mar. Abruptos manchones color marrón rojizo, hacen que la población mire con recelo las aguas de litoral, dando paso a diversas explicaciones respecto al origen y efectos, que pueden producir en la salud de los antofagastinos.
El director del Centro de Bioinnovación de la Universidad de Antofagasta, doctor en microbiología, Carlos Riquelme, explicó las razones científicas del cambio de coloración en el mar.
“Este fenómeno es conocido históricamente, se debe al explosivo crecimiento de ciertos microorganismos fotosintéticos, pigmentados, identificados también como microalgas, cuyo nombre científico es Prorocentrum. Están en la columna de agua de forma normal, pero en cierto tiempo dada las condiciones óptimas de luminosidad, estratificación del agua (referido a una bajo nivel de turbulencia), la inexistencia de predadores, entre otras muchas variables, crecen en forma exponencial, lo que cambia la coloración del agua”, detalló el experto.
Junto a lo anterior, Riquelme destacó que las microalgas responsables de la actual coloración que se divisa en nuestras costas, varía su color entre rojo y marrón.
NO SON TÓXICAS
Al ser consultado por los efectos en la salud de las personas que tengan contacto con estos microorganismos, ya sea por ingesta, mediante el consumo de mariscos y pescados o dérmico en el caso de los bañistas que es gran parte de la población en esta época, el académico de la UA enfatizó en que la comunidad debe estar tranquila.
“Dentro de todas las microalgas, hay algunas que son tóxicas o nocivas para el organismo humano, afortunadamente no se ha detectado su presencia en la zona. En años anteriores si, pero en muy baja cantidad y en contadas ocasiones, pero en realidad las que son potentes en toxicidad se encuentran en la zona sur del litoral nacional, lo que años atrás afecto a la industria pesquera”.
Al continuar hizo hincapié que en nuestra zona no se ha encontrado presencia de este tipo de organismos, tras el desarrollo de estudios preliminares, aunque la respuesta real a la incógnita la arrojará un estudio que desarrolla el Centro de Bioinnovación de la UA, junto a otras casas de estudios del país, instituciones que están monitoreando estas microalgas.
EL MITO DE LA MATERIA FECAL
Frente al mito urbano de que la coloración del mar varía según el nivel de contaminación por derrames de materia fecal en nuestras costas, el doctor Riquelme señaló que puede ser un planteamiento interesante, pero que es un tema que debe investigarse, por lo que no se puede afirmar o negar nada.
“Pero si hay un hecho que hay que destacar. Cuando existió este problema con la aguas servidas vertidas en la bahía de Antofagasta hace un tiempo, efectivamente hubo un florecimiento de microalgas en la zona, y se podrían asociar ambos hechos, pero paralelamente la explosión de crecimiento de Prorocentrum ocurrió también en Mejillones, por lo que se deduce entonces que no tuvo que ver con el derrame residuos líquidos no tratados, en nuestra ciudad”, finalizó.