El caso de Alejandro es uno que ha quedado rondando en el ojo del huracán durante la última semana, no solo por la temprana edad de 15 años que tiene, tampoco por la pérdida de uno de sus ojos en pleno estallido social, sino por un incidente en las manifestación en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, de este año.
El pasado 8 de marzo, el adolescente se encontraba vendiendo pañoletas, cuando un incendio fue iniciado en las grandes puertas de madera de la Catedral de Antofagasta. Aún no se tiene claridad de quienes fueron los causantes, pero sí se tiene clara una imagen, la de Alejandro, tirando una botella de bebida a la puerta, botella que, según el Ministerio Público, contenía acelerante. Este hecho lo llevó a ser el único sospechoso de la investigación.
Según consignó el medio La voz de los que sobra, después de los hechos, el joven fue detenido al día siguiente y la Corte determinó que Alejandro debía internarse en un centro del Sename. Éste hizo caso omiso de la orden para pasar los últimos días con su madre, la cual falleció el 11 de abril recién pasado, esperando un trasplante de corazón y de pulmones. Dos semanas después, por recomendación de su abogada, se dispuso a entregarse, sin embargo, siete agentes de la PDI de civil se adelantaron y lo detuvieron en un violento operativo.
Motivo de esto, nos pusimos en contacto con la presidenta de la Agrupación por la Memoria Histórica Providencia Antofagasta y de Pampa Libre, Camila Vargas, para conocer de la historia detrás del joven de 15 años.
En sus declaraciones, expresó “En el caso de Alejandro en particular, existen varias situaciones que reflejan la vulneración de derechos que viven los niños a nivel nacional. Como por ejemplo, el hecho de que, el 17 de marzo, el fiscal jefe a cargo de la causa, Cristian Aguilar, señaló que Alejandro es un peligro para la sociedad y este es el mismo que lleva la investigación de Alejandro, como víctima de trauma ocular. Por lo tanto, claramente él sabía que Alejandro era víctima de trauma ocular cuando ocurrió todo esto“.
Asimismo, Vargas criticó el actuar que se ha tenido contra los presos del estallido, señalando “Lo que ha hecho la fiscalía, y no solo con el caso Alejandro, sino que en términos generales, con la mayoría de los casos de los presos políticos de la revuelta es que los delitos que se le imputa son delitos graves y eso genera que al final los chicos terminen cumpliendo unas prisiones preventivas extremadamente largas.”
Por otro lado, con fin de contar también con la versión de la Fiscalía Local de Antofagasta, se les consultó por el caso, sin embargo, hasta el cierre de la nota no se prestaron declaraciones al respecto.
