Conmoción existe en la ciudad de Antofagasta, tras la muerte en la víspera del Día de la Mujer de la profesora Katherine Yoma Valdivia, quien algunos meses atrás denunció abusos y amenazas en su lugar de trabajo y falta de respaldo de su empleador, la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS).
El viernes, cientos de mujeres que participaban en la marcha por el Día de la Mujer se dirigieron hasta la Corporación Municipal en memoria de la profesora.
Allí se realizó una velatón y se exigieron las renuncias del director de la escuela José Papic, Marcos Jil, del Jefe de Recursos Humanos de la CMDS, José Gajardo, de la directora de educación de la CMDS, María Luz Gálvez y del presidente de la CMDS, el alcalde Jonathan Velásquez, por sus eventuales responsabilidades, negligencias y falta de medidas para proteger a la docente y evitar que se desencadenara esta tragedia.
La profesora, quien desenpeñaba funciones en la escuela D-68 José Papic falleció en la víspera del Día Internacional de la Mujer, luego de denunciar amenazas de muerte por parte de una alumna y además agresiones por parte del apoderado de la misma, quien sería familiar de una directiva del establecimiento.
Asimismo, Katherine Yoma acusó en la oportunidad que no se aplicaron medidas suficientes por parte de su empleador, la Corporación Municipal, a fin de garantizar su integridad física y psíquica.
“Aún cuando las amenazas de muerte son una falta gravísima según nuestro manual de convivencia escolar, en lugar de sentir protección, me sentí sola”, recalcaba entonces a El Diario de Antofagasta, la profesora Katherine Yoma.
Por el contrario, directivos del establecimiento y la Corporación Municipal realizaron una defensa corporativa, afirmando que estas denuncias difundidas por redes sociales y medios de comunicación dañaban la imagen del establecimiento educacional.
Luego que el caso se hiciera público, el ente que preside el alcalde Jonathan Velásquez afirmaba que estaba tomando medidas.
Sin embargo, meses después, cercanos a la profesora fallecida afirman que Katherine fue reubicada en otro establecimiento pero le redujeron drásticamente sus horas de clases de 44 a 16, lo que implicaba una drástica reducción en su sueldo. Una situación considerada como una suerte de castigo por denunciar los hechos y que habría terminado por contribuir a gatillar el trágico desenlace.
Frente a estos hechos el Sindicato de Profesores y Profesionales de la Educación Antofagasta, hizo un llamado a movilizarse con un paro de brazos caídos.
“No podemos volver a nuestros lugares de trabajo e invisibilizar la tragedia que nos enluta. Los establecimientos deberán realizar jornadas de reflexión, con todos los integrantes de la comunidad. Analizar situaciones de acosos laboral, acoso sexual, vulneración de derechos maternales entre otros“, indicaron mediante un comunicado.
La principal demanda es que se activen protocolos para los casos de acoso sexual y acoso laboral.
Además se convocó a asistir a los funerales de la profesora programado para este lunes.