El Humedal Urbano y Santuario de la Naturaleza Aguada La Chimba, ubicado en Antofagasta, es un ecosistema único que se extiende sobre una hectárea en la transición entre el desierto y la costa, que es sostenido por afloramientos de agua subterránea, siendo un bastión de biodiversidad en un paisaje árido.
Desde la Fundación Kennedy, compartieron detalles de este hermoso lugar que hoy se ve amenazado por la acción humana. Ya que al hablar del Santuario de la Naturaleza Aguada La Chimba, no solo hablamos de un rinconcito verde en medio del desierto, sino también de un valioso refugio que alberga una gran diversidad de flora y fauna, incluyendo especies nativas como la Chépica, la Grama brava y el Nori, así como aves migratorias y residentes, entre las que destacan el Playero manchado y la Gaviota garuma. Además, el humedal es el hogar de 129 especies de artrópodos y del caracol endémico de La Chimba, cuya existencia está íntimamente ligada a la disponibilidad de agua en el área.
Una amenaza latente
Sin embargo, pese a su riqueza biológica, el humedal se ve amenazado por la contaminación, la intervención de caudales y el desarrollo urbano. Sumando a este panorama, la instalación de las ramadas en el límite norte del santuario.
Esto último ha generado un fuerte debate en la comunidad local: por un lado, los vecinos del sector están preocupados por la posibilidad de que se repitan los actos de delincuencia, basura e insalubridad que ocurrieron el año 2023 en el sector. Por otro lado, las organizaciones ambientalistas advierten que la presencia de maquinaria pesada para la preparación del terreno podría tener consecuencias irreversibles para el frágil ecosistema del humedal, sin considerar además las acciones que alterarán el vivir de todas las especies del lugar.
La situación ha desencadenado una controversia que pone en tela de juicio el equilibrio entre el desarrollo urbano y la conservación de uno de los pocos refugios naturales en la región, uno que entre todos y todas deberíamos de cuidar.