En el marco de una ceremonia cargada de emoción, cinco jóvenes en internación con régimen cerrado en Antofagasta celebraron la finalización de sus estudios de enseñanza media. Este logro fue posible gracias al apoyo del Centro Educativo Integral de Adultos y Jóvenes (CEIA) B-32 Antonio Rendic Ivanovic, en colaboración con el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil y SENDA.
“Fue una ceremonia muy bonita. Es un logro importante que le da sentido al trabajo que realizamos, el que alcanzaron no obstante toda la adversidad que tienen. Como Servicio nos encargamos que se resguarde su derecho a la educación, así como también, de hacer un seguimiento una vez terminen su medidas para que puedan incorporarse a la sociedad desde la educación y/o desde lo laboral“, expresó Alejandro Azócar Zubicueta, director regional del Servicio Nacional de Reinserción Juvenil.
La directora del centro, Bianca Matamoros Rodríguez, destacó la relevancia de este logro: “Nos llena de orgullo que cinco jóvenes hayan aprobado su enseñanza media, es una meta que se propusieron y la lograron. Esto contribuye a sus procesos de reinserción social. Destaco el apoyo que brindaron los funcionarios del centro de cumplimiento de medidas y sanciones, de CEIA y del Programa Ambulatorio Intensivo (PAI). Tenemos mucha alegría”.
El evento también fue un espacio para reconocer a los jóvenes por su dedicación y esfuerzo. Uno de los adolescentes recibió un premio por su destacado rendimiento académico, mientras que otro fue distinguido por su perseverancia.
“Ha sido difícil el proceso, pero estoy muy orgullosa, con el corazón inflado. A pesar de la situación en la que se encuentran, él se animó a terminar sus estudios, que es uno de los anhelos que tenía como mamá. Estoy agradecida de los tutores, los profesores, porque ahora mi hijo quiere dar la PAES, seguir estudiando; lo único que quiere es integrarse a la sociedad, trabajar, armar una familia. En eso estamos, luchando”, compartió emocionada la madre de uno de los licenciados.
Por su parte, los jóvenes destacaron el impacto positivo del proceso educativo en sus vidas, “Al principio fue complicado pero rápidamente me adapté. Ha sido bueno estar acá, me ha servido para aprender otras cosas, conocer gente como tutores, psicólogos. La ceremonia fue bonita, pudimos compartir con la familia. Pronto estaremos afuera, ahí tengo pensado seguir estudiando, terminar eso y ponerme a trabaja”, reflexionó uno de los graduados.